El amplio triunfo del gobernador peronista Juan Schiaretti anoche en Córdoba avivó el malestar puertas adentro del radicalismo, al punto que Federico Storani, vicepresidente del Comité Nacional de la UCR, llegó a considerar la derrota como "una tragedia política" para el partido.
"Lo que ocurrió en Córdoba es una tragedia política para el radicalismo. El proceso previo a la elección fue desgraciado, lleno de desinteligencias que pudieron haberse evitado. Era difícil ganar la elección unidos y mucho más difícil divididos", manifestó Storani en declaraciones a Cadena 3.
En ese sentido, Storani quien viene profundizando sus críticas a la coalición de gobierno, apuntó que se trata de "un voto castigo por todo el proceso. Es un golpe muy duro para el radicalismo, en una provincia con una historia poderosa".
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Al respecto analizó que el resultado electoral tiene que ver con el "quiebre" de Cambiemos, luego de la falta de acuerdo por el armado de listas entre los radicales Mario Negri y Ramón Mestre. La disputa culminó con el radicalismo provincial dividido y con los dos candidatos compitiendo en listas distintas: Mestre con la UCR y Negri con el frente Córdoba Cambia.
Asimismo, subrayó que "hay que tratar de reformular las reglas de juego dentro de Cambiemos" ya que sino en caso contrario "no tiene sentido la continuidad. Fuimos una coalición electoral exitosa, pero nunca una auténtica coalición de gobierno. Me parece que hubo mucha soberbia en el PRO. La exigencia es que haya primarias abiertas con garantías para competir".
Schiaretti consiguió este domingo su reelección superando con holgura a los candidatos radicales. Escrutados 98,82% de los votos, el candidato de Hacemos por Córdoba obtenía una ventaja indescontable con el 53,97%, seguido muy de lejos por Negri, de Córdoba Cambia, con el 17,78%, y atrás Mestre, que compitió con la histórica Lista 3 de la Unión Cívica Radical y se quedaba con el 10,94%.
De esta manera, Schiaretti tendrá un segundo mandato y en esta oportunidad su vicegobernador será Manuel Calvo, actual secretario de Comunicaciones y Conectividad de la provincia.
Por su parte, Cambiemos llegó debilitado a la elección en una provincia que había sido clave para la consagración presidencial de Mauricio Macri en 2015: las gestiones del Comité Nacional partidario no alcanzaron para evitar la fractura, ya que ninguno de los dos candidatos radicales estuvo dispuesto a ceder en sus aspiraciones.
Negri recibió desde un primer momento el apoyo de la Casa Rosada, de Carrió y del grueso del PRO, mientras que Mestre se quedó con el aparato de la UCR cordobesa, y el acompañamiento de los dirigentes nacionales que no ocultan tensiones con el Gobierno.
Con esta cosecha electoral, Schiaretti logró mejorar sustancialmente su desempeño del 2015, cuando accedió a la gobernación con un triunfo mucho más justo, con el 40 por ciento contra el 33,75 de Juntos por Córdoba (alianza entre la UCR y el PRO, encabezada por Oscar Aguad). Además, marcó una nueva derrota de Cambiemos, que se suma a las sufridas en Neuquén, San Juan, Río Negro, Chubut, Entre Ríos y Santa Fe.
MS/EA
