Un grupo de jueces federales le pidió al presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti, que sienten precedente a favor de la “cosa juzgada írrita”, una figura jurídica que permitiría reabrir investigaciones por corrupción o enriquecimiento ilícito cerradas en forma fraudulenta.
Si la Corte fallara a favor, se levantaría una suerte de espada de Damocles para los funcionarios que se aliviaron con el cierre de denuncias en su contra.
Los impulsores, que agrupa a los jueces federales más enfrentados al Gobierno, tienen en la mira especialmente las causas por presunto enriquecimiento ilícito que en su momento se abrieron contra Cristina Kirchner.
El pedido formal aparece cuando desde el Gobierno se impulsa la idea de ampliar la Corte Suprema.
La “cosa juzgada írrita” se encuentra bajo análisis en el Máximo Tribunal a partir de diferentes recursos extraordinarios. Por ejemplo, el presentado por Juan José Galeano, cuyo sobreseimiento en el juicio por encubrimiento del atentado contra la AMIA fue revocado con la figura de “cosa juzgada írrita”.
En el interior de la Corte Suprema, la ministra más reticente a apoyar la “cosa juzgada írrita” parece ser Elena Highton de Nolasco. Según sus allegados, se debe a que no comparte este criterio “técnico”.
Esta situación colocaría a Lorenzetti en una encrucijada porque junto a Carlos Fayt y Juan Carlos Maqueda tendría la mayoría consensuada para fallar a favor. Para Lorenzetti no es fácil. Si se reabrieran causas contra el kirchnerismo, quedarían expuestos aquellos jueces que las cerraron. Una de las causas que podría reactivarse sería la del supuesto enriquecimiento ilícito en contra de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en la que fue sobreseída junto a Néstor Kirchner por el juez Norberto Oyarbide.
En Comodoro Py aseguran que el juez Claudio Bonadio, quien lleva adelante la causa Hotesur, ya analiza la posibilidad de recurrir a la figura para reabrir la causa por enriquecimiento ilícito contra la jefa de Estado.