-¿Cómo surgió su idea de conmutar pena a cambio de información?
-Hace rato, porque tuve que intervenir en muchas organizaciones de comisiones de la verdad. (...) Estuve viendo lo que pasó en Sudáfrica, después de que Nelsón Mandela recuperó la libertad. De entrada dijeron vamos a someter a proceso y aquel que traiga información que permita encontrar víctimas, que permita ubicar hechos de violencia, tendrá reducción de penas. Es lo mismo que ves en las películas. Se hace. Es porque si yo quiero avanzar en el terreno de la verdad y la justicia, tengo que someter a condenas, pero para saber la verdad tengo que decir: "Bueno, se benefician algo si dicen la verdad". Porque si me dicen la verdad y lo condeno, como le pasó a (Adolfo) Scilingo.. a perpetua, por el resto de su vida, por qué me van a decir la verdad. Mientras tanto se mueren los familiares sin saber qué pasó con los suyos, siguen creciendo adultos jóvenes que fueron secuestrados de chicos sin conocer su identidad, y todos tenemos derechos que en algún lugar conste nuestra muerte, como consta nuestro nacimiento. No se puede porque no se sabe. Yo sé que no vamos a saber de todos los desaparecidos, pero hay que trabajar lo máximo posible y lo antes posible, para que no terminemos muriéndonos todos sin tener noticias.
-¿Por qué hay tanta resistencia a esta propuesta?
-No me lo preguntes a mí, no es mi tema, qué se yo. Yo no la tengo la resistencia; en otro momento no lo hubiera pensado, pero hoy lo pienso porque me doy cuenta de que si no... Yo estuve charlando con Chicha Mariani, tiene ochenta y pico de años y se ha quedado ciega y no sabe nada de (su nieta desaparecida) Clara Anahí, que es lo único que le queda. A mí que me digan si ella no preferiría saber de su nieta.
*Redactor de Perfil.com