La conducción de Juntos por el Cambio armó hoy la foto que esperaba: los candidatos a senadores y diputados de todo el país mostrándose unidos de cara a las elecciones generales de noviembre, muchos de ellos incluso después de haber competido en internas en sus provincias.
Con las peleas en el Frente de Todos como telón de fondo, los dirigentes pusieron la mira en el objetivo de volver a ganar las elecciones de noviembre, conseguir quitarle la mayoría propia al kirchnerismo en el Senado y perfilarse de cara a las presidenciales de 2023.
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Sin embargo, la tumultuosa llegada al hotel en el centro porteño, a metros de Plaza de Mayo, funcionó como una llamada de atención de las dificultades que tendrá ese camino a 2023. Y peor aún, lo difícil que será gobernar y a la vez implementar una política de ordenamiento fiscal.
Miles de manifestantes de movimientos sociales desconcentraban después de una masiva movilización, lo que demoró la llegada de los dirigentes. Horacio Rodríguez Larreta y Diego Santilli llegaron caminando juntos, camuflados con unas gorritas que incluso impidieron que algunos asesores los reconocieran. Mauricio Macri debió entrar con la camioneta de su custodia de contramano hasta el estacionamiento.
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Dentro del hotel, un centenar de candidatos primero escucharon a los presidentes del radicalismo, el PRO y la Coalición Cívica, después hicieron la foto de rigor y al final hubo espacios para que todos hablen. Una de las más entusiastas fue Patricia Bullrich, que no solo insistió con la idea de quitarle la mayoría al kirchnerismo en el Senado, sino que apuntó directo a 2023.
“En noviembre tenemos que sacar el 45% de los votos, porque eso nos pone para 2023 en situación de poder llegar a la Presidencia sin ballottage”, aseveró. Maximiliano Ferraro, a su lado, coincidió: “Tenemos que abrir la tranquera para la alternancia, el gobierno no ha escuchado y se ha encerrado en golpes facciosos”
Rodríguez Larreta, más medido, destacó la unidad como valor, resaltó que desde 1983 “es la primera vez que el peronismo gobierna con la oposición unida”, se mostró convencido de que en noviembre volverán a ganar, pero alertó: “No podemos subestimar por un segundo a quienes tenemos enfrente”.
Sobre ese punto, Bullrich hizo el único anuncio concreto de cara a la campaña. Crearán desde JxC un "Comité jurídico electoral" para unificar todo tipo de denuncias que pudiera haber por maniobras de los oficialismos de cada distrito.
Liderazgo vacante
Las peleas por el liderazgo, por el momento, entraron en un stand by. O por lo menos eso es lo que se juramentaron todos los referentes del macrismo. Tanto Bullrich, como Larreta y Macri eran solicitados para las fotos por los candidatos. También los líderes radicales respaldaban a los propios, excepto Gerardo Morales, que por un problema con el avión no pudo llegar. Alfredo Cornejo, Gustavo Valdés y Martín Lousteau lideraron a los correligionarios, quienes por la noche serían agasajados con un asado en el Comité Nacional.
El contraste con el Frente de Todos es hoy lo que unificó con más fuerza el discurso opositor. Lo planteó Cornejo al abrir el evento: “Alberto y Cristina son dos grandes irresponsables, que demostraron que se unieron solo por poder, sin un programa de coincidencias básicas, tienen diferencias estructurales, y no de matices como podemos tener nosotros”.
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En la misma línea que se plasmó en el documento que difundió la alianza una vez finalizado el acto. “La mala gestión económica, sanitaria, social y política del gobierno desnudó su fachada ‘amigable’ e ‘inclusiva’”, sostiene. Y concluye: “La derrota los mostró tal cual son: un gobierno desordenado, improvisado, sin evidencia, con estructuras endebles y recostado sobre aparatos clientelares arcaicos y vetustos que impiden la prosperidad de los argentinos”. En ese texto hubo una principal preocupación de Elisa Carrió, a través de Ferraro, y es que quedara en claro que el único espacio de diálogo con el Gobierno es el Congreso.
La unidad tras las PASO también era uno de los principales objetivos del encuentro. Candidatos que perdieron en sus distritos pero quedaron integrados en las listas definitivas mostrándose todos juntos. Con dos nombres más notorios: Facundo Manes, que se sentó al lado de Santilli y ya anticiparon un trabajo conjunto, y Ricardo López Murphy junto a María Eugenia Vidal (el lunes cenaron juntos) y los candidatos porteños. El ex ministro, de hecho, fue uno de los que levantó los mayores aplausos cuando aseguró: “Parece que ahora la pandemia terminó, algo que demuestra que la vacuna del 12 de septiembre fue muy efectiva. Trabajemos para que la vacuna del 14 de noviembre termine con esta pesadilla”.
