En los casi tres meses que lleva de gestión, la aprobación del Gobierno viene en franco retroceso y llegó a caer entre cinco y diez puntos, según los informes de por lo menos cinco consultoras. No obstante, los números siguen mostrando un balance positivo para Mauricio Macri ya que los sondeos lo siguen colocando en su mayoría por arriba del 50% y algunos incluso más cerca del 60%. Ante este nuevo escenario, el principal escollo que podría tener Cambiemos está en las expectativas: cada vez menos gente ve con optimismo el futuro inmediato del país.
Como explica Federico Aurelio (Aresco), “la mayoría de las medidas ya se sabía que iban a tener más desacuerdo que acuerdo”, por lo que el impacto negativo al aplicarlas era previsible. La lista incluye la devaluación, el aumento de tarifas, los despidos de empleados públicos, entre otras. “Hay una preocupación creciente por la situación económica y lo más importante es cómo el Gobierno logra dar tranquilidad”, sostiene, dejando en un segundo plano el índice de aprobación. “En lo que es imagen, todavía tiene la protección del tiempo lógico que la gente le da a un gobierno nuevo, pero no es ilimitado. Y en expectativas está por abajo de lo normal para un gobierno que inicia su gestión”, concluyó. Sus números muestran que entre enero y febrero la aprobación del Gobierno cayó cinco puntos.
Para Hugo Haime, “todavía se mantiene un proceso de expectativas positivas”, pero ve en la situación económica un problema “a resolver”. Y sostiene que ya se percibe “un cambio de clima social” (mide si la gente está contenta o con bronca). Entre diciembre y febrero sus números dan una caída de nueve puntos (de 62% a 53%).
Poliarquía, en tanto, midió una baja de cinco puntos en un mes (a 65%). Para Alejando Catterberg era esperable el retroceso, pero “la pregunta es en qué nivel se estabiliza”. “Por ahora hay una postura en la gente de esperar y apoyar. El desafío es que la gente siga creyendo y vea cambios económicos”, agrega.
Otras consultoras también muestran este escenario: de Macri en caída, pero todavía con un colchón positivo. Para Ibarómetro fue de 66% a 56%, y para Ricardo Rouvier, de 71,3% a 60,5%. El que mayor margen mostró fue Raúl Aragón (74% a 60%).
Management & Fit, en cambio, es la única que está mostrando una estabilidad en la aprobación del Gobierno, sobre todo porque nunca tuvo los índices elevados de sus colegas. El estudio de febrero le da 47% de aprobación.
En todos los casos, la situación económica escaló como uno de los principales problemas, a punto tal que después de una década en la que la inseguridad lideraba todos los rankings, ahora la inflación pelea el primer puesto. Para Haime eso también se ve en la aprobación que las medidas del Gobierno están teniendo por separado: las vinculadas con lo económico y lo social tienen un saldo negativo. “Lo político está firme, pero hay que ver cómo se percibe la economía”, dice Catterberg.
Cristina, también a la baja
A pesar de la caída en la aprobación del Gobierno, la imagen de Cristina Kirchner no se vio beneficiada y siguió cayendo. Para Poliarquía, perdió 10 puntos en dos meses. Para Haime la diferencia es de seis puntos: tenía 46% de imagen positiva en diciembre y 40% en febrero, con un 58% de imagen negativa.
Para M&F, cayó apenas 2,4% su imagen positiva, pero creció más la negativa: de 34,7% a 39,5%.
“Hay un cambio de época y de clima”, explica Alejandro Catterberg, de Poliarquía. Y enumera las posibles razones para su baja performance, entre las que incluye que “ya no tiene acceso a las cadenas nacionales ni al control de la agenda”. También agrega su silencio y los ataques recibidos.
“Había una pobre visión de federalismo”
El jefe de Gabinete, Marcos Peña, opinó ayer que durante la gestión kirchnerista “había una visión de federalismo muy pobre”. Agregó que de eso pueden dar fe los gobernadores, que en estos dos meses “vieron más ministros que en toda la etapa kirchnerista”. En declaraciones a Infobae, el funcionario calificó de “infantil y destructiva” la política económica de Cristina.
También advirtió que con Mauricio Macri no habrá “capitalismo de amigos”.
“Ellos no dialogaban con nadie y hablaban de revalorizar la política. Ahora hay un Congreso con muchas minorías en el que hay que ponerse de acuerdo, y se ve si tienen esa capacidad para hacer política o no”, sintetizó. Por otra parte, consideró que “hay que cerrar 15 años de default”.