Las divisiones e internas políticas escalan en la Justicia. Los sectores que integran la agrupación filo K Justicia Legítima y los enrolados con el sector antigobierno del Poder Judicial protagonizaron dos enfrentamientos particulares por cuestiones ideológicas.
Un juez de la Cámara del Crimen increpó fuertemente a una fiscal en la previa de una audiencia en la que se analizaba una causa por violencia de género, informó ayer la agencia DyN. Al día siguiente, en la cochera del tribunal, discutió con otro colega y se quitó el saco en ademán de irse a las manos.
Ambos episodios, protagonizados por el camarista Alfredo Barbarosch, fueron comunicados a la presidenta de la Cámara, María Laura Garrigós de Rébori, y a la procuradora general, Alejandra Gils Carbó, líderes de Justicia Legítima.
Barbarosch discutió airadamente el 21 de agosto pasado con la fiscal ad-hoc Verónica Fernández de Cuevas cuando Barbarosch fue invitado a retirarse porque no puede intervenir ya que está recusado en todas las causas en las que interviene la fiscalía de Fernández de Cuevas.
Barbarosch inició una suerte de explicación a las partes sobre por qué no podía intervenir; la fiscal y los jueces se opusieron hasta que en un momento dado el magistrado se acercó a Fernández de Cuevas, la trató de “mal educada” e intentó hacerla callar, hasta que finalmente se retiró del lugar. Un día más tarde, Barbarosch coincidió en el estacionamiento del tribunal con otro integrante de la Sala Primera, Luis María Bunge Campos, quien le recriminó su actitud hacia las empleadas mujeres de la Justicia.
En tanto, Twitter le costó una causa a un juez de la Nación enrolado en Justicia Legítima, también por pelearse con otro magistrado. La Cámara Nacional aceptó la recusación del juez de instrucción Juan Ramos Padilla por haber “deshonrado, desacretidado y hostigado” vía Twitter al fiscal general, Ricardo Sáenz.
Ramos Padilla investigaba una supuesta red de corrupción entre policías y jueces federales e imputó a Sáenz en esa causa.
Los camaristas decidieron apartar a Ramos Padilla por “enemistad manifiesta”.