El 10 de septiembre de este año, el periodista Víctor Hugo Morales destacó las ventajas de vivir en un barrio postergado de la ciudad. “Las villas son lugares bastante dignos”, dijo en aquella oportunidad. Desde el sábado, en al menos tres villas de Buenos Aires, los vecinos denuncian un “abandono absoluto de parte del gobierno” como declaró la referente de Los Piletones, Mónica Ruejas.
La mujer explicó a Perfil.com que, tras la crecida del lago Soldati, 20 familias fueron evacuadas y temen que se derrumban las casillas construidas en las manzanas lindantes. En realidad, el lago Soldati es un inmenso pastizal repleto de basura que, ante la falta de drenaje, alcanzó 1,5 metros de altura de agua estancada. Agustín Romero Tapia, un niño de cinco años, salvó su vida milagrosamente. “Casi se ahoga en el lago”, explicó Ruejas.
Su madre perdió el conocimiento cuando encontró que había perdido todas sus pertenencias. En el momento de escribir esta crónica, la ambulancia del SAME no había podido llegar al lugar. Los vecinos se resguardaban en el centro comunitario ubicado en la manzana 1, casa 42. Una beba de cinco meses de vida, Morena, tuvo que ser internada de urgencia por neumonía. No es el único caso. Únicamente la Gendarmería Nacional y la Defensoría del Pueblo llegaron allí.
Mientras tanto, a pocas cuadras del lago, los edificios que pertenecieron a Sueños Compartidos, también se inundaron. En Los Piletones, la situación era crítica en la mañana del lunes 3 de noviembre. Los vecinos de los monoblocks ubicados en Castañares y General Paz, que también formó parte del programa Sueños Compartidos de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, enfrentan el deterioro edilicio y la pasividad oficial.
“Las viviendas se reparten por orden judicial”, explica una vecina que prefiere el anonimato. “Trabajo en una cooperativa y el Instituto Municipal de la Vivienda –dependiente del gobierno de la ciudad- nos ofrece una moto para que podamos trabajar pero nadie me dice cómo la banco”, asegura a Perfil.com.
La mujer asegura que vivía mejor en la villa que en los monoblocks pues “hace poco reventó la cloaca, no hay control de nadie, los caballos se acumulan en una callecita lateral, el lugar se llenó de ratas y a mí se me vino abajo el cielo raso”. Actualmente la obra está a cargo del IMV de la ciudad. Al desastre clocal se sumó las interminables lluvias que sufrieron la ciudad y la provincia de Buenos Aires en la última semana.
Finalmente, en la villa Rodrigo Bueno, otras 50 familias fueron evacuadas por la sudestada. Se trata de habitantes de las manzanas 1 y 3 que viven a la vera del riachuelo. Aún esperan colaboración de los gobiernos, nacional y de la ciudad. En ninguno de los barrios inundados escucharon hablar de Víctor Hugo Morales.
(*) Especial para Perfil.com. | En Twitter: @LuisGasulla