A juzgar por los resultados en las elecciones de 2021 y 2023, y con los últimos movimientos en el Congreso tras la irrupción de Javier Milei en la presidencia, el peronismo fue perdiendo gobernadores y legisladores que lo sostenían como la principal fuerza. Y los movimientos continúan mientras se acelera la disputa por quién debe ser la persona que encabece el partido nacional.
Luego de una performance electoral que lo llevó a la Presidencia, con Alberto Fernández, los comicios legislativos de 2021 dejaron un saldo negativo para el entonces denominado Frente de Todos, la coalición liderada por el Partido Justicialista, con un dato alarmante en el Senado. Perdió a nivel nacional por 9 puntos contra Juntos por el Cambio, que cosechó 42%, y por primera vez desde el retorno de la democracia perdió la mayoría en la Cámara alta: pasó de tener 38 legisladores a 35 sobre un total de 72.
En ese test electoral, logró conservar la primera minoría en la Cámara baja, con 118 diputados nacionales aunque cerca de los números de JxC, que contó con 116. Luego, en 2023, la caída se profundizó. No solo porque no logró retener la jefatura de Estado, con Sergio Massa que cayó ante el actual presidente en balotaje, sino que además perdió liderazgos en las provincias y cedió una vez más bancas en el Parlamento.
En 2019, el Frente de Todos había logrado consolidar poder y alineamientos en 16 provincias pero esa cifra se desinfló en tan solo cuatro años ya que en siete distritos no logró retener la conducción. Fueron los casos de Entre Ríos, Chubut, San Juan, San Luis, Santa Cruz, Chaco y Santa Fe. Quedaron nueve en la nómina si se cuentan los aliados con un detalle no menor: más de un mandatario provincial de esa lista cuidó intereses propios en los últimos meses y decidió tejer acuerdos con la administración libertaria.
Se trata de Gustavo Sáenz (Salta), Hugo Passalacqua (Misiones), Osvaldo Jaldo (Tucumán) y Raúl Jalil (Catamarca), cuyos legisladores fueron claves para acompañar al Gobierno en la ley Bases y para blindar los vetos de Milei a dos propuestas, el proyecto de movilidad jubilatoria y la ley de financiamiento universitario. Mientras que Gerardo Zamora (Santiago del Estero), firmó el Pacto de Mayo y en Casa Rosada destacan su predisposición al diálogo con Nación cada vez que pudo aunque esto no se tradujo aún en apoyo parlamentario.
Solo cinco se mantuvieron firmes en la vereda opositora con la marca de Unión por la Patria y con poco diálogo con Nación: son Axel Kicillof (Buenos Aires), Ricardo Quintela (La Rioja), Gildo Insfrán (Formosa), Sergio Ziliotto (La Pampa) y Gustavo Melella (Tierra del Fuego). De hecho, en Balcarce 50 los identifican como “los malos”, un grupo de dirigentes con los que no pueden entablar conversaciones.
En cuanto al terreno parlamentario, la elección 2023 dejó al peronismo y sus aliados con 108 integrantes, otro retroceso en relación con la elección de 2021. No obstante, ese número se modificó con el paso del tiempo, tras los entendimientos que cosecharon los líderes del interior, y hoy la alianza que conduce el PJ cuenta con 99 fieles en la Cámara baja, conservando la primera minoría al menos. En el Senado, los movimientos no fueron tan bruscos y el peronismo sigue gravitando en la Cámara alta con 33. Lejos del quórum propio que supo tener hasta hace tres años.