“Te quiero felicitar por tu entereza”. Mauricio Macri se tomó apenas 30 segundos, justo antes de subir al escenario, para saludar a Gabriela Michetti. Ya sabía que su candidato, Horacio Rodríguez Larreta, había ganado cómodamente la interna. Días después tuvo su segundo gesto: la invitó al almuerzo con los ministros del gabinete que realizará mañana.
Hacía semanas que prácticamente no habían tenido contacto salvo algún esporádico mensaje por Blackberry. El líder del PRO no sólo había apostado un pleno a su jefe de Gabinete sino que se enojó –“mucho”, aseguran en su entorno– con la senadora.
Sin embargo, luego de que Michetti aceptara la derrota interna, volvieron a mandarse mensajes. Acaso como una forma de recomponer una relación que quedó maltrecha tras la intención de Michetti de ser precandidata a jefa de Gobierno.
El domingo pasado, por la tarde, el enojo de la senadora era con el líder. “Perdimos con Macri”, se lamentaba entre los suyos. Su hermana, Silvina, era una de las más enojadas. Hoy, según confían cerca de ambos, intentarán reencontrarse y recomponer la relación. “Ahora me respeta más que nunca, yo siempre lo cuidé, y nunca rompí puentes”, le expresó Michetti a sus interlocutores.
Reencuentro. En principio, Macri y Michetti podrían verse las caras mañana o el martes, si es que hay un lugar en la agenda del líder del PRO antes de viajar a Barcelona para encontrarse con Lionel Messi y Javier Mascherano el miércoles. Si no, quedará para la próxima semana. “Gabriela va a hacer campaña por Mauricio y hasta por Horacio, no hay motivo para que no recompongan”, evalúan en el entorno de la senadora.
La relación entre Macri y su ex vicejefa pasó por muchos matices. Fue determinante, para “humanizar” la figura del ex presidente de Boca en 2007, ella creció como dirigente de la mano del PRO.
En 2009 tuvieron su primer encontronazo, cuando Michetti frenó un nuevo convenio para regular el juego en la Ciudad, en lo que mucho tuvo que ver José Torello, uno de los mejores amigos del ex presidente de Boca. Ese año, a regañadientes, fue candidata a diputada nacional.
En 2011, el jefe de Gobierno se enojó con ella y con Larreta por las pujas de poder por su sucesión, que paralizaron la gestión. Dos años después, hubo un nuevo cruce: Michetti se negó a ser candidata en la provincia de Buenos Aires, lo que obligó a un cierre con Sergio Massa. Finalmente, este año, la ex vicejefa volvió a decirle que no a Macri y no lo acompañó como candidata a vicepresidenta.
Macri la eliminó, hace años, de la “mesa chica” de decisiones, pero asegura entre sus íntimos que la valora. Ella dice que construyeron una relación “entrañable”. Será cuestión de tiempo.