La jueza de la Cámara Nacional de Casación Penal y presidente de Justicia Legitima, Maria Laura Garrigós de Rébori, consideró que la reunión entre el presidente Mauricio Macri y el titular de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, debió "haberse informado de manera oficial" y no llevarse a cabo "secretamente"
Garrigós de Rébori opinó que el encuentro entre ambos "no fue tan secreto": "Nadie puede pretender que algún miembro del poder judicial de ese nivel ingrese a Casa Rosada y eso no trascienda. Un encuentro secreto es imposible", afirmó.
Según la magistrada, no fue un trámite oficial al sostener: "Esta actividad casualmente no fue informada, lo que está mal. Si la actividad forma parte del trámite que la Corte le está dando a la causa en la que la Corte interviene a propósito del aumento de las tarifas y fue una gentileza de un poder al otro (...) esto debió haber sido informado oficialmente", dijo en diálogo con radio Del Plata.
En ese sentido, profundizó: "La Corte tiene una acordada dictado de al época de la presidencia del doctor (Enrique Santiago) Petracchi que le impide reunirse con una de las partes sin la presencia de la otra. En general esta disposición fue muy bien recibida en el foro, a todos nos pareció que apuntaba a la mayor trasparencia de la actividad jurisdiccional".
Por ello, criticó las formas en las que se dio la reunión Macri-Lorenzetti: "Estamos hablando de dos poderes del Estado. Si el presidente de un poder decide reunirse con el presidente de otro poder por las razones que fueran , esto es noticia pública y no debe haberse hecho secretamente".
Consultada por el silencio del resto del poder Judicial ante la reunión, indicó: "Sí, hay como un disciplinamiento detrás de la figura de la Presidencia de la Corte, como que todo está permitido. También tiene que ver con nuestra disposición jerárquica. Nosotros somos un organismo jerárquico vertical y la Corte tiene superintendencia sobre todos nosotros. Entonces uno no critica la jefe".
Y añadió: "Es gravísmo porque el poder Judicial no ha logrado salir de esas épocas (de la obediencia debida). Lo que fue la pretensión de democratización del poder judicial no solo se refería a como se ingresa en él, sino a como se maneja internamente, a si los controles que se van a hacer sobre los jueces van a ser controles sistemáticos y que tengan que ver con la cantidad y el flujo de trabajo o con lo que a mí me gusta que los jueces resuelvan".