Uno a uno. Con sigilo y sin grandes estridencias, el gobierno nacional pretende sumar a las provincias al debate por el Presupuesto 2019, la herramienta clave que tendrá el oficialismo para intentar alcanzar el equilibrio fiscal a fines de 2020.
Por ello, la idea que nació en la Casa Rosada, con el presidente Mauricio Macri y el jefe de Gabinete, Marcos Peña, es, en los próximos dos meses, llegar a un preacuerdo de prioridades de gasto e inversión tanto a nivel nacional como provincial que permitan presentar, el 15 de septiembre que viene en el Congreso, un presupuesto con el consenso de los gobernadores, en particular los peronistas y los aliados.
Con este horizonte están trabajando el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y su viceministro político, Sebastián García de Luca (el más “peñista” de los peronistas PRO), en los primeros diálogos, aún incipientes, con los mandatarios provinciales. Ya ayer se vieron algunos frutos cuando un grupo de nueve gobernadores se pronunció a favor de alcanzar el equilibrio fiscal (ver nota aparte) para 2020 y alcanzar la meta de reducción del déficit del 1,3% del PBI para el año que viene.
El trabajo político, en este sentido, es uno a uno. En esta primera fase arrancaron los cinco mandatarios locales de Cambiemos. De esto hablaron el jueves Peña, junto a Frigerio y el gobernador de Jujuy, el radical Gerardo Morales.
“Queremos llegar a un gran preacuerdo para que cuando mandemos el Presupuesto 2019 podamos trabajar con los diputados y senadores del peronismo sabiendo que tenemos el respaldo de los gobernadores”, se entusiasma una fuente que trabaja en la planta baja de la Casa Rosada ante la consulta de PERFIL, tras saborear un café con leche con galletitas de agua. Los tostados de jamón y queso ya son parte del pasado: les llegó el ajuste junto a las gaseosas, salvo la Coca-Cola.
Como sea, hoy este debate pasa por cuestiones macro: cómo y cuáles son los gastos compartidos entre Nación y provincias, cómo está fiscalmente cada uno y qué se comprometen a hacer a futuro para colaborar en la meta fiscal que, además, va a ser monitoreada por el FMI. “Estamos afinando la discusión, todavía no entramos en detalles, pero la idea es llegar a un consenso con cada uno”, agrega otra fuente oficial. La distribución, y el recorte, de obras públicas es uno de los ejes que deberán discutir en las próximas semanas técnicos de todas las administraciones.
Pedido. Ayer, la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, exhortó a “todos” sus colegas provinciales a suscribir “un acuerdo” con la Nación para reducir el déficit fiscal y alcanzar el año próximo las metas previstas. “Tenemos que trabajar juntos con el gobierno nacional todos los gobernadores, en un acuerdo que nos permita cumplir la meta del 1,3% para el año que viene, eso nos va a dar tranquilidad a todos”, dijo la mandataria y sostuvo: “Tenemos que ponernos de acuerdo y poder ordenar definitivamente las cuentas nacionales en 2020, eso nos va a dar más tranquilidad, más trabajo y menos inflación”.
El camino, incipiente aún, no es sencillo. Hay gobernadores, como el cordobés Juan Schiaretti, que están sugiriéndole al Gobierno apartarse del pacto fiscal firmado el año pasado y no disminuir la carga de Ingresos Brutos de su recaudación local para no sentir tan fuertemente el impacto del ajuste.
La discusión, para el oficialismo, está abierta.
