Cuando los flashes se apagan, el peronismo se reagrupa. Ejemplo de tal afirmación es el asado de fin de año que organizó el martes el inoxidable operador del PJ, Juan Carlos “Chueco” Mazzón, en Costa Salguero. En el Pabellón 1 pusieron tablones y se llenaron de asado: chorizo, morcilla, vacío, matambre y colita de cuadril con vino Trumpeter.
Hoy en día el operador elegido por Cristina Kirchner no es Mazzón, como si era en tiempos de Néstor, sino su hijo Máximo. Sin embargo, el Chueco no pierde las mañas y mantiene su oficina en Casa Rosada. Dijeron presente, entre decena de dirigentes, Daniel Scioli (Buenos Aires) junto a sus hermanos Nicolás y José, Juan Manuel Urtubey (Salta), Francisco “Paco” Pérez (Mendoza) y Maurice Closs (Misiones), el intendente de La Matanza y presidente del PJ bonaerense, Fernando Espinoza; el ministro de Defensa Agustín Rossi, Ricardo Echegaray, Miguel Ángel Pichetto y el titular de la ANSeS, Diego Bossio. Eso sí, a pesar de que había varios de la mesa chica de La Cámpora invitados, cada uno puso una excusa distinta para no asistir. Nota de que internas hay, hasta en las mejores familias.
Por su parte, el secretario general de la presidencia, Oscar Parrilli, en su capítulo número seis mil como empleado del mes, se encargó personalmente de que el famoso patio de las palmeras se llene ese mismo día con empleados de la Casa Rosada para recibir a Cristina. Pero le salió mal, porque la mandataria pasó por allí por la tarde pero no los vio. Dos horas después, cerca de las 21 se acercó a saludar desde el balcón, aunque ya quedaban pocos entusiastas con algunos carteles. Horas extras para varios.
Las mujeres también juegan en el peronismo. Basta con ver lo activas que están Malena Massa y Karina Rabolini, esposas de Sergio Massa y Scioli. Los encuestadores de cada candidato saben que los humanizan por eso se encargan de mantener agenda cargada para que recorran distintos puntos del país en obras solidarias. Eso sí, desde el sector del tigrense salen a diferenciar a Malena. “Ella es más de armado político, más territorial, sin tanto acto”.
Siempre dentro del PJ, hay que destacar la habilidad para poner apellidos fuertes en las próximas elecciones. ¿Cómo viene el tema? Cristina mandó la orden para que el Congreso apruebe cuanto antes a los “mercodiputados”, proyecto de Jorge Landau.
Serán 43 legisladores que se elegirán junto a los comicios nacionales para representar al país en el Mercosur. ¿El objetivo? que tanto ella como otras figuras fuertes del PJ que no pueden ir por otra reelección tengan un lugar donde mantener fueros, mantener la unión peronista y que apellidos de caudillos puedan estar en las listas para traccionar votos.
Se elegirán de forma directa, por mayoría simple de votos: un mercodiputado por cada una de las 24 provincias. Los 19 restantes se harán en representación proporcional en un distrito nacional único.
Por último, en UNEN se pusieron de acuerdo en algo. La mesa nacional definió la presentación del programa del espacio para el 18 de diciembre. Hubo sobreactuación radical y sectores de la Coalición Cívica en una reunión donde no faltaron las chicanas, aunque terminó en buenos términos.
Mientras se tiraban con dardos pesados por el portazo de Lilita Carrió, la dirigente tuteó una foto hablando por teléfono. Luego contó que hablaron del Hospital Garrahan. La chaqueña parece bien descansada. Un fin de semana largo en Punta del Este fue suficiente.
(*) De la redacción de Perfil.com.