POLITICA
cuatro años mas de mandato

Larreta define un gabinete con impronta femenina

El jefe de Gobierno hará cambios, algunos obligados y otros por decisión de gestión. Cinco mujeres lo rodearían en el equipo, y podrían ser seis. Hay dos espacios para los radicales de Lousteau. Quejas por algunos nombres.

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Decisión. El alcalde porteño busca oxigenar su gabinete después de haber conseguido la reelección. | prensa GCBA

Cuando regrese de su viaje a Italia, donde se reunió ayer con el papa Francisco (ver recuadro), el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, terminará de delinear su nuevo gabinete que, además de ser anunciado a fines de noviembre, contendrá una fuerte impronta femenina.

Esta fue la premisa con la que Larreta comenzó a confirmar funcionarios: en la nómina del nuevo organigrama será revalidada una de sus funcionarias predilectas, la ministra de Educación, Soledad Acuña, quien no solo fue ratificada en su cargo sino que tendrá un rol clave con las políticas educativas. En segundo lugar, Clara Muzzio (“Maki”) pasará de ser subsecretaria de Vías Peatonales, a cargo del plan de veredas y baldosas, a ministra de Espacio Público. Esa área se dividirá y Ambiente quedará en manos de Eduardo Macchiavelli. La otra novedad será la llegada de María Migliore, gerenta del Instituto de la Vivienda, a Desarrollo Social. Esta semana se escuchó bufar con fuerza a referentes territoriales. Hay desconcierto en el propio gabinete larretista. “Choca la calesita”, es lo más suave que se comenta. Para balancear, dos peronistas clásicos del PRO asoman para conducir otras áreas sociales como la Corporación Sur.

Otras dos mujeres seguirán muy cerca de Larreta. Una de ellas es Karina Fernández, quien, tras años de ocupar cargos de bajo perfil, tendrá una secretaría de Estado que se ocupará de varios asuntos pero principalmente del discurso y la estrategia; y Leticia Montiel, la secretaria de Legal y Técnica, quien le cuida la firma al jefe de Gobierno. Paralelamente, se evalúa crear una secretaría de la mujer.

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Ya antes de partir a Italia el jefe de Gobierno tuvo una larga charla con el ministro de Desarrollo Urbano, Franco Mocchia, quien dejaría su cargo para volver a la banca privada (del Citibank, que lo vio crecer, pasaría al Banco Galicia). Dos posibilidades: que se mantenga la actual estructura y se ascienda a Juan José Méndez, el secretario de Transporte. La otra es que se divida esa área y Méndez se quede con Ausa (autopistas) y Sbase (subtes); y en Infraestructura desembarque Manuela López Ménendez, quien ejecutó las obras del Metrobus. Ambos tienen un jefe/amigo común: Guillermo Dietrich (Transporte).

Uno que no la pasó bien fue el secretario de Seguridad, Eugenio Burzaco, quien peregrinó durante semanas despachos oficiales con un plan para la Ciudad. Hasta Macri lo tuvo que escuchar rogar. Le dijeron que no.

Paralelamente, la UCR tendrá dos lugares: el Ministerio de Desarrollo Económico (José Luis Giusti) y el Banco Ciudad. En este lugar se apuntó a Guillermo Laje, el primo de Martín Lousteau, cuyo hijo fue acusado de motochorro junto al de la conductora Federica Pais. Hay resistencias internas aún. Hernán Lacunza era una posibilidad, pero Mauricio Macri lo quiere como director del BCRA.

En lo político, a su regreso de Italia Larreta tiene agendada una reunión con Rogelio Frigerio, quien ya puso a disposición del jefe comunal a su equipo para trabajar con dirigentes del interior y generar vínculos con gobernadores y municipios.

Encuentro, sin foto, con el Papa

De viaje por Italia, donde se quedará hasta mitad de semana, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, se reunió ayer –sin fotógrafo oficial y sin más testigos que su mujer, Bárbara Diez– con el papa Francisco en el Vaticano.

Larreta viajó el jueves a Roma, donde el viernes se reunió con su par italiana, Virginia Raggi, y hablaron del cambio climático, las políticas de transporte y la gestión en general.

Ayer, el jefe comunal tuvo su encuentro clave: volvió a reunirse con Francisco en la sede papal. Se habían visto las caras, por última vez, en Santa Marta a finales de 2017. A diferencia de la Casa Rosada, y en particular Mauricio Macri, Larreta –y también María Eugenia Vidal– siguió frecuentando al Papa y sostuvieron un buen vínculo. Como cada vez que lo visita, el jefe de Gobierno no deja trascender los ejes de sus charlas privadas. Esta no será la última.