POLITICA

Las caricaturas de Sabat y el doble estándar del Gobierno

En 2012, el histórico dibujante fue acusado de dar un mensaje“cuasi mafioso” por la Presidenta de la Nación. Su última y sugestiva caricatura.

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| Diario Clarin

Hermenegildo Sabat, el histórico ilustrador de Clarín, publicó esta semana en el diario la sensación que tiene toda una nación, y gran parte del mundo, sobre la muerte de Alberto Nisman. En la caricatura, el Fiscal que denunció a Cristina Kirchner y a sus funcionarios, aparece sangrando por un tiro en la frente, como si se lo hubiera pegado otro. Grafica de esta manera la sensación de la sociedad argentina que se manifestó el lunes por la noche, “esto no fue un suicidio”.

En el pasado, Sabat tuvo encontronazos con del oficialismo por sus dibujos. En 2008, durante el conflicto con el campo por la resolución 125, el ilustrador dibujó a Cristina con una cinta en la boca. En ese momento, durante un mensaje por televisión, la mandataria dijo que se trataba de un mensaje “cuasi mafioso”. “¿Qué me quieren decir? ¿Qué es lo que no puedo hablar? ¿Qué es lo que no puedo contarle al pueblo argentino?", se quejó.

En el 2012, en el Diario Clarín apareció dibujada Cristina dibujada por Sabat con un ojo morado debido al “golpe judicial” que había sufrido. En la ciudad de Buenos Aires, la ex periodista y hoy legisladora porteña, Gabriela Cerruti, elevó un proyecto en la Legislatura para repudiar a Sabat. “La caricatura de la Presidenta constituye un acto de violencia simbólica que, a través de patrones estereotipados y de signos, transmite y reproduce  la dominación naturalizando la subordinación de la mujer en la sociedad”, declaró Cerruti en su momento.

La última vez que un dibujo de Sabat derivó en escandalo  fue en 2014, cuando ilustró a la Presidenta agachada frente al juez Thomas Griesa luego del fallo de éste contra la Argentina. En ese momento usuarios de las redes sociales comentaron, indignados, la ilustración de Clarín, alegando que parecía que la Presidenta le estaba practicando sexo oral al Juez.

Luego del último dibujo de Sabat, ningún funcionario del oficialismo, ni referente del kirchnerismo, lo repudió. Silencio.