El gobernador bonaerense, Daniel Scioli, no tiene que preocuparse demasiado por los espías. El candidato a Presidente del Frente para la Victoria ya tenía la bendición de los hombres de Fernando Pocino incluso antes del de la Presidenta.
Scioli no aparece hablando en las escuchas, pero hablan de él. El empresario Leonardo Scatturice, por ejemplo, le cuenta a un socio que Carlos Corach, ex ministro de Carlos Menem, estaría ayudando mucho a Scioli. Eso se confirmó finalmente en los medios.
Además, el empresario de inteligencia privada dialoga con los hombres de Pocino sobre la necesidad de empezar a acercarse “al Manco”, en referencia al gobernador. Ya se jugaban a que sería el candidato con más chances de ganar las elecciones de octubre de este año.
El empresario Matías Garfunkel, amigo de Scioli, es objeto de varias escuchas.
El 11 de marzo de 2014, Scatturice habla con Frank Holder, un ex agente de la CIA dedicado al negocio de la seguridad y la inteligencia privadas. Scaturrice le habla desde la puerta de la casa de uno de los Cirigliano, clientes de su empresa, y le cuenta que “le llegó el rumor de que Garfunkel estaría comprando Nextel. Holder le dice que no tiene un mango. Scatturice le responde que Hadad le contó que Garfunkel le pagó la plata que le debía a un financista. Scatturice agrega que también se enteró de que Garfunkel se compró una casa en Fischer Island en donde alojó a Scioli unos días atrás, fueron en un avión privado que fue pagado por Garfunkel”. Holder le responde que se trataba de un “buen dato”. Quedan en volver a hablar más adelante.