“Se puede frenar la inflación con un sostén político”. Horacio Rodríguez Larreta aún tiene en sus oídos una de las principales conclusiones que se llevó de su reciente viaje a Israel donde estuvo, entre otros, con un grupo de economistas que le contaron, de primera mano, cómo hizo el país para bajar la suba sostenida de precios en menos de dos años.
Música para sus oídos también: es, acaso, el principal candidato que viene hablando de generar una mayoría del 70% para lograr consensos políticos que permitan avanzar en reformas como la laboral, la previsional y la del Estado, entre otras. “No es con todo, con el kirchnerismo y los populistas no”, se atajó el jefe comunal.
Por ello el viaje fue un motor para entender el plan de estabilización que en 1984 Israel encaró. En ese momento las dos principales coaliciones, el partido Laborista y el Likud llegaron a un acuerdo para generar las condiciones de crecimiento. Así de 450% logró bajar al 20% en un par de años y luego definitivamente situarse en menos del 3% anual. El “milagro israelí” fue un objetivo clave para Larreta, quien fue acompañado del secretario General, Fernando Straface.
Aunque el jefe comunal cree que para la situación argentina no existe aún una receta importada. “No sabemos aún con qué nos vamos a encontrar pero está claro que un acuerdo político es fundamental para, primero bajar la inflación y después tener un plan de crecimiento”, sostuvo Larreta a modo de conclusión de una visita que concluyó a mitad de esta semana.
El plan lo escuchó Larreta de boca de tres actores clave en Tel Aviv: Manuel Trajtenberg, director ejecutivo del Instituto de Estudios de Seguridad Nacional y conocido por ser uno de los arquitectos del plan antiinflacionario del los 80 y Esteban Klor, profesor en la Universidad Hebrea de Israel; Leonardo Leiderman, asesor del Presidente del Banco de Israel a principios de los 90; y Yossi Beilin, vocero del Partido Laborista en aquellos años.
Aunque el jefe comunal no puede esbozar a ciencia cierta qué políticas se pueden importar de Israel, tiene claro que, por caso, el control de precios o la suba de impuestos no fueron herramientas para combatir la inflación.
De esto también habló con el presidente de Israel, Isaac Herzog, quien le dijo que la “salida de la inflación implicó esfuerzo y austeridad, pero también un convencimiento de la sociedad y de los líderes de que derrotar a la inflación era posible”. También fue recibido por una dirigente clave que podría transformarse en una figura: Ayelet Shaked, la ministra de Interior.
Sobre el epílogo de su viaje, Larreta estuvo en de Jerusalem. En el Muro de los Lamentos dejó un papel con sus deseos escritos. Uno de ellos ya lo expresa desde que tiene cinco años.