El 12 de septiembre de 2006, ajeno a las noticias que se ocupaban de una reunión entre el presidente Néstor Kirchner y la ministra Felisa Miceli por la inflación o a las consecuencias del aniversario del ataque a las Torres Gemelas, monseñor Rubén Di Monte, arzobispo de Mercedes-Luján, se sentó frente a una computadora y escribió: “Estimado ingeniero”.
Así comenzó una carta destinada al secretario de Obras Públicas, José López, en la que pedía fondos públicos para la construir y reformar el Monasterio de las Monjas Orantes y Penitentes de Nuestra Señora del Rosario de Fátima, de General Rodríguez. Nunca nadie hubiera imaginado que diez años después ese convento que López ayudó a levantar sería el escenario de su detención.
“Le ruego”, decía el arzobispo, que se “habiliten los medios necesarios para la construcción de la casa del Capellán, del mismo monasterio y de otros arreglos necesarios”. Y remarcaba que “las religiosas aun con su vida contemplativa ayudan a niños y necesitados del humilde barrio donde viven”.
PERFIL publica en esta edición las pruebas que dan cuenta de ese pedido por parte del obispo fallecido en abril pasado. Y también de la movilización desde el Estado para llevar adelante esas tareas, que costaron en 2006 un total de 510.559,31 pesos.
Las obras incluyeron desde instalación cloacal, de agua y electricidad hasta la carpintería, la mampostería y la poda de árboles.
Se firmó un convenio de colaboración y transferencia de fondos entre la Secretaría de López, la Subsecretaría del área y el Arzobispado de Mercedes, representado por Di Monte.
Ahora los documentos forman parte del expediente que instruye el juez Daniel Rafecas, con el impulso del fiscal Federico Delgado. También hay un detalle de la cantidad del dinero destinado al convento de General Rodríguez en relación con otras obras solicitadas durante ese período.
José López ya tiene un procesamiento por enriquecimiento ilícito y deberá volver a declarar este viernes. Pero lo que es vox pópuli en tribunales es que, si monseñor Di Monte estuviera vivo, su nombre estaría incluido en el listado de indagatorias librado por esta causa.