Pese a las últimas apariciones que hiciera en los actos oficiales de la presidenta Cristina Fernández de Kircher, la agenda del vicepresidente Amado Boudou tomó cierto carácter más discreto y protocolar.
El exministro de Economía, ahora procesado por el supuesto delito de "cohecho pasivo y negociaciones incompatibles" en el salvataje financiero de la exCiccone Calcográfica, protagonizó este mes algunos viajes internacionales, desde donde mantuvo reuniones con dirigentes de Qatar y Francia en Doha, y Cuba. Volvería a Buenos Aires recién el 4 de julio.
Es en ese país donde el segundo al mando del Ejecutivo nacional fue sorprendido por la determinación del juez Ariel Lijo. Horas atrás, se había expresado en torno a otro de los temas calientes del Gobierno: la pulseada con los fondos buitre.
"Argentina quiere seguir honrando los compromisos asumidos", expresó el vicepresidente, durante una ceremonia de honores al prócer cubano José Martí.
“Queremos hacerlo con justicia, negociando siempre con la posibilidad de que Argentina siga creciendo, porque como dijo el ex presidente Néstor Kirchner `los muertos no pueden pagar sus deudas`", clamó el funcionario, horas antes de que se conociera la orden del magistrado, que podría cambiar el curso de su futuro en la Casa Rosada.
