POLITICA
Cumbre de políticos, empresarios y sindicalistas

Lo que no se vio de la Cena de Cippec

“Los amigos de Peña” y un Emilio Monzó cómodo e incómodo. La danza de los vices continuó. Mauricio Macri habló más de lo prometido y despertó elogios y críticas.

Frigerio, Caputo, Monzó y Massot en la Cena Cippec
Nicolás Massot, Nicky Caputo, Rogelio Frigerio y Emilio Monzó, intercambiando ideas en la Cena Cippec. | Cedoc Perfil

Los temas de conversación se repetían en cada grupo que se armaba durante la Cena Cippec de este lunes: incertidumbre electoral, crisis económica y que va a pasar el 11 de diciembre. Cada uno con su libreto, con sus expectativas y miedos. El postre recién se estaba empezando a servir y los comensales ya se estaban levantando para intercambiar opiniones sobre el discurso de Mauricio Macri.

Fuera de libreto

De su equipo habían anticipado que el Presidente iba a dedicar solo 10 minutos a su discurso. Se extendió hasta 25, mientras los organizadores miraban el reloj porque se les enfriaba el bife extracotto y se descuajeringaban los tiempos. Al final, se quedó unos minutos más junto a Juliana Awada, saludo a los gobernadores Gerardo Morales (Jujuy) y Miguel Lifschitz (Santa Fe) y se fue. En la previa, la duda era si Macri iba a mostrar la faceta enojada o una más tranquila. “No es un discurso fácil, público difícil”, se reflexionó en una mesa. Durante el discurso, un solo momento despertó aplausos de los más de 1.300 invitados: cuando dijo que las obras se hacían un 40% más baratas que durante el kirchnerismo. Al final hubo elogios y críticas, pero hubo coincidencias en que fue a decirle al círculo rojo que está decidido a pelear por la reelección.

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Fotos | Empresarios, políticos y periodistas reunidos en la cena de Cippec

El juego de los vices

De lo que no hay nada decidido todavía es quién lo acompañará en la fórmula. Entre los radicales destacaban que se haya abierto la discusión, pero repetían que no están pidiendo cargos. Carolina Stanley y Patricia Bullrich, que picaron en punta para el lugar de Gabriela Michetti (que para muchos terminará siendo la elegida nuevamente) también acaparaban la atención. Ninguna de las dos se separó de su pareja en toda la noche, Federico Salvai y Guillermo Yanco, respectivamente. Saltando la grieta, Stanley recibió elogios de intendentes peronistas del Conurbano. “Surfea en un volcán con lava”, describió uno de ellos después de darle un cálido abrazo. En cambio, para Bullrich se reservaban las críticas. Es lógico, justo ayer también se conoció que la ministra de Seguridad empezará con una recorrida de gestión/campaña por el Conurbano, apuntando sobre todo a los sectores de clase media baja, que son los que más valoran lo hecho en materia de lucha contra el narcotráfico y la inseguridad pero también los que más sufren las inclemencias de la crisis económica.

Cómodo entre peronistas

Emilio Monzó siempre termina mostrando en estos eventos la buena sintonía que tiene con los hombres fuertes del peronismo bonaerense. Este año repitió la imagen del año pasado: en un costado, apartado, hablando con alguno de los caciques. En este caso, su interlocutor fue Juanchi Zabaleta, de Hurlingham. Entró serio al evento, pero a los pocos minutos de charla le había cambiado el gesto. Con más ganas de irse de embajador a España que de quedarse en un eventual segundo mandato, Monzó bromeó con que un gobierno peronista también lo podría mandar de embajador. Distinta era su expresión corporal sentado en la mesa principal, que compartió con Macri, Michetti, el presidente de la Corte Suprema, Carlos Rosenkrantz, y las autoridades de Cippec.

Ante 1.300 invitados, CIPPEC llamó a acordar "una idea colectiva" de país

“Los amigos de Peña”

Apenas terminaron los discursos, el titular de la Cámara de Diputados volvió a ser protagonista de otra imagen de las que despiertan suspicacias. Nicky Caputo (el “hermano” del Presidente), Rogelio Frigerio, Nicolás Massot y Monzó, en ronda, intercambiaban ideas y risas. Son los exponentes del ala política de Cambiemos, lastimados por haber perdido centralidad en la toma de decisiones. El propio Caputo, según se cuenta, estaría enojado con el rumbo tomado por el Gobierno de su amigo. La mira, como siempre, está apuntada en el jefe de Gabinete, Marcos Peña. Las presiones, de toda forma, pueden haber generado cambios. Frigerio recobró protagonismo en las últimas semanas y formó parte de las reuniones con gobernadores de Cambiemos. Massot, en tanto, dejó trascender que se iba a una beca al exterior pero ayer, sin embargo, puso en duda su partida.

Ministerio de la venganza

Miedo al futuro es una de las cosas que más se percibía entre los presentes. El propio Macri lo aprovechó para centrar su discurso en la necesidad de “no buscar en el pasado las respuestas del futuro”. Y apelando siempre a comparaciones con el gobierno anterior. El factor Cristina Kirchner pone los pelos de punta a gran parte de los presentes en la cena, ya que había pocos kirchneristas (Daniel Scioli, Daniel Filmus, algunos intendentes como Zabaleta o Fernando Gray, sindicalistas que no le cierran la puerta, entre otros). Un representante de una de las empresas más importantes del país no dudó en plantear sus miedos ante una elección que hoy parece abierta: “Somos de las primeras víctimas del ministerio de la venganza, no lo dudes”, ironizó, en referencia al temor a una persecución del kirchnerismo a políticos, medios y empresarios críticos.

El factor Aníbal

Para Martín Yeza, el miedo al kirchnerismo se transformó en algo positivo en el distrito que gobierna, Pinamar. Es que desde que se conoció que Aníbal Fernández quiere ser candidato a concejal ahí todo lo malo que pasa en el municipio la gente le termina echando la culpa. Era el chiste fácil en la Cena Cippec para todo aquel que se cruzaba con el intendente.

Dentro del libreto

La que cumplió con el discurso planificado fue la titular de Cippec, Julia Pomares, quien hizo un llamado a la dirigencia política, sindical y empresarial a plantearse metas comunes y trabajar en políticas de largo aliento. Muchos de los presentes destacaron la necesidad de tomar esas palabras en cuenta de cara a un futuro que aparece muy incierto. Otros, en tanto, destacaron su capacidad para seguir el discurso que tenía bien elaborado sin leer ni titubear. Su pasado como actriz, según trascendió, es clave.

GZ CP EA