La prima de riesgo de Argentina alcanzó su nivel más alto desde que Mauricio Macri asumió el cargo hace más de tres años, en medio de informes de que el gobierno podría expandir una de las políticas populistas de su antecesor que se suman a las preocupaciones por la política.
El diferencial en los seguros contra el impago de deuda (CDS, por sus siglas en inglés) a cinco años del país aumentó a 898 puntos básicos, el más alto desde mayo de 2015. Los bonos del gobierno a un siglo continuaron disminuyendo y actualmente se cotizan a cerca de 71 centavos, en comparación con 80 centavos a principios de febrero. Los bonos argentinos han caído 2 por ciento este mes, mientras que la deuda soberana de los mercados emergentes ha ganado 0,2 por ciento, según los índices de JPMorgan.
El diferencial en los seguros contra el impago de deuda a cinco años del país aumentó a 898 puntos básicos, el más alto desde mayo de 2015.
Por encima de todo, en la Argentina se extiende la sombra de unas muy divisorias elecciones presidenciales en octubre, las cuales podrían marcar un giro de 180 grados en la política económica si la expresidente Cristina Fernández regresara al poder. Una caída económica y una inflación de 50 por ciento con pocos signos de mejora ya han llevado a la administración favorable al libre mercado de Macri a considerar congelar los precios de hasta 100 alimentos, según informes de la prensa local.
La congelación de precios "mostraría el fracaso del banco central para controlar la inflación y disminuir las expectativas de inflación", asegura Anders Faergemann, un gestor de fondos en PineBridge Investments, en Londres. "Creemos que la economía está mostrando signos de mejora, pero es probable que el mercado ignore los factores económicos que se mueven lentamente y se centre en la maniobra política".
Los mercados han ignorado las señales de que lo peor de la recesión argentina podría haber pasado. Los datos de producción industrial cayeron 8,5 por ciento en febrero respecto al año anterior, menos del 11 por ciento previsto por los analistas. Además, el Fondo Monetario Internacional dijo hoy que espera que las tensiones de la recesión disminuyan gradualmente en Argentina.
Los mercados han ignorado las señales de que lo peor de la recesión argentina podría haber pasado.
“Hay signos de mejora. La recesión debería disminuir este año, y nuestro pronóstico es un crecimiento de 2,3 por ciento en 2020", asegura Sonja Gibbs, directora sénior del Instituto de Finanzas Internacionales en Washington. También agrega que la congelación de precios probablemente no sería un buen paso, ya que podría alentar la actividad del mercado negro. "Cuando se ha tomado tales medidas en el pasado, no siempre han tenido éxito".
Los economistas encuestados por Bloomberg esperan que la recesión de Argentina se alivie este año y que el producto interno bruto se contraiga 1 por ciento, en comparación con una caída de 2,5 por ciento el año pasado. Para 2020, ven un crecimiento de 2,5 por ciento.
CP