El enfrentamiento entre la titular de la Fiscalía Nº 45, Viviana Fein, y la ex esposa de Alberto Nisman, la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado, se elevó esta semana. La magistrada logró fuertes gestos de apoyo.
Acompañada de su hija, marchó junto a centenares de miles de paraguas que colmaron el centro porteño; además, mantuvo un encuentro con el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, el pasado miércoles a las 9 de la mañana.
Según pudo reconstruir PERFIL a partir de fuentes judiciales, durante el encuentro coincidieron en que la hipótesis del suicidio despierta fuertes dudas y que el caso debería estar en la Justicia Federal. También compartieron la preocupación por los plazos y formas en que se lleva adelante la investigación. Desde su perspectiva, a esta altura ya debería existir una hipótesis clara de trabajo o una línea de investigación “rotunda”. Asimismo, los une la preocupación por presuntas inconsistencias en la recolección de pruebas en el departamento de Nisman durante las primeras horas.
Las fuentes consultadas sostuvieron que Lorenzetti expresó especial preocupación ante la posibilidad de que los “vicios” ocurridos puedan dar lugar a una catarata de pedidos de nulidades. Un escenario que podría llevar la causa a “foja cero”. El magistrado mostró especial inquietud por la presencia del secretario de Seguridad, Sergio Berni, en la escena, porque podría ser presentada como una “grave irregularidad, que podría considerarse como la intromisión del Poder Ejecutivo sobre el judicial en clara vulneración de la Constitución”.
Fein, por su parte, acusó recibo. Al menos en lo que respecta a los cuestionamientos que Arroyo Salgado realizó por la difusión de información a los medios: evitó difundir las pruebas del examen toxicológico, a pesar de que la fiscal había prometido darlos a conocer. También supo dar un contragolpe. Fuentes de su repartición revelaron que el ex hombre fuerte de la ex Secretaría de Inteligencia (SI) Antonio Stiuso recibió al menos una llamada de Arroyo Salgado, nueve días después de la muerte de su ex marido, el 27 de enero.
Arroyo Salgado hubiera deseado que la causa fuera llevada por la Justicia Federal desde un primer momento. A este fuero se le adjudican fuertes contactos con los sectores desplazados de la SI por el Gobierno. La estrategia que trazó la ex esposa de Nisman fue presentar pruebas ante el Juzgado Federal Nº 9 de una amenaza que llegó en la edición de la revista Noticias recibida en su casa antes de la muerte del fiscal.
El juez federal Luis Rodríguez lleva desde 2012 una causa por amenazas, por lo que podría tomar el caso sobre la base de la conexidad de las causas. Fuentes judiciales indicaron que él preferiría evitar este caso, por lo que no la pedirá de oficio. Resta esperar que Arroyo Salgado le solicite que tome a su cargo la investigación.
La idea de que el caso deje de estar a cargo de la Justicia ordinaria no agrada a todos los ministros de la Corte. Según pudo saber este medio, Elena Highton de Nolasco prefiere que quede en manos del fuero actual. Voces cercanas a la ministra indicaron que evalúa, en contraste con el presidente del tribunal, que la tarea desarrollada por Fein ha sido “efectiva, profesional y de oficio”. Por su parte, Carlos Fayt tendría una opinión similar, pues cree que la permanencia en la Justicia criminal ordinaria evitará la intromisión de intereses poderosos.