Fueron la sorpresa de las PASO. No son viejos caciques del Conurbano pero, tras obtener buenos resultados, esperan en octubre transformarse en una nueva legión de barones bonaerenses del PRO. Uno de los casos es Ramiro Tagliaferro, un peronista PRO y esposo de la candidata a gobernadora María Eugenia Vidal. Ganó con el 30,04%, contra el 20,65% del kirchnerista más votado, Hernán Sabbatella, hermano de Martín. “Me subí a los colectivos, fui comercio por comercio, dialogando con la gente, y voy a profundizar lo que vengo haciendo”, explica a PERFIL. “El apellido ‘Sabbatella’ genera fastidio”, agrega.
Otro caso es el de Diego Valenzuela, quien quedó a 1,07% de Hugo Curto en Tres de Febrero. “Queda claro que cada vez pesan menos los aparatos y más la voluntad de alternancia. El 68% del electorado votó oposición en el municipio, y ahora vamos a convencer a todos los vecinos sin distraernos de lo importante, que es el vecino”, cuenta Valenzuela.
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En Quilmes, el chef Martiniano Molinatambién fue una sorpresa: llegó al 26,76% y fue el candidato más votado de forma individual (el FpV sumó 42,83%, pero el actual intendente, Francisco Gutiérrez, apenas alcanzó el 23%). “Es muy doloroso ver cómo está Quilmes”, destaca. “Vamos a hacer una campaña dura para tener más fiscales, y en octubre la gente va a mirar quién va a ser la opción de cambio”, agrega Molina.
Dos casos más. En Pilar, Nicolás Ducoté llegó al 29,56%, y si bien el FpV obtuvo con dos candidatos el 49%, podría quedar muy cerca de la intendencia. El otro caso es Lanús, donde Néstor Grindetti, ministro de Hacienda porteño, quedó a sólo 6 puntos del kirchnerista de La Cámpora Julián Alvarez.
