Mientras se mantiene la confusión y los supuestos sobre la muerte del gobernador rionegrino Carlos Soria, el juez que lleva la causa, Emilio Stadler, dispuso el secreto de sumario, aunque difundió un comunicado en el que aclaró algunos puntos del caso.
Si bien ninguno de ellos deja entrever una hipótesis clara sobre las circunstancias en que Soria terminó baleado en el parietal izquierdo, el magistrado enunció algunos de los principales datos con que cuenta la Justicia en la investigación.
De acuerdo con el comunicado, “se han venido produciendo ciertas versiones vinculas a los hechos que no se condicen con los elementos probatorios reunidos hasta el momento”, frente a lo cual tanto el Gobierno provincial como la familia de Soria pretendieron informar “adecuadamente a la opinión pública, con las limitaciones que impone el secreto del sumario”.
Según el escrito del juez Stadler, Soria recibió un solo disparo de arma de fuego, en la cabeza, como consecuencia de lo cual falleció a los pocos minutos en el hospital de General Roca. El disparo se habría producido con un arma de fuego encontrada y secuestrada.
De acuerdo con el informe, además de Soria, estaban en la finca su esposa, Susana Freydoz, una de sus hijas y su novio de ésta, pero en la habitación en la que se desencadenó la tragedia “se encontraba únicamente el Dr. Soria y su esposa”.
Los familiares de Soria se sometieron a las pruebas de dermotest para determinar si había residuos de pólvora en sus manos, pero aún no se conocen los resultados de las pericias, así como también se esperan las conclusiones de la autopsia, previstas para los primeros días de esta semana.