Ibar Pérez Corradi tenía una orden de captura de Estados Unidos por tráfico de oxicodona, otras dos de Argentina por tres homicidios y lavado de dinero y un alerta roja de Interpol y aún así fue invisible para la Policía Nacional y la Secretaría Nacional Antidrogas en los cuatro años que llevaba en Paraguay.
El prófugo más buscado de la Argentina vivía en zonas céntricas de Ciudad del Este desde el 2012, y desde setiembre del 2015 hasta febrero del 2016 se instaló cómodamente sobre la calle Ybytyruzú, con muralla alta y cerco eléctrico.
Le gustaban los lujos y se movía en un Mercedes Benz ML 320 mientras su pareja paraguaya, María Gladys Delgado Brítez, se movilizaba con un Kia Óptima color bordó. Amantes de los shoppings, una de las últimas fotos muestra a la pareja en Asunción mientras ella, María Gladys, estaba aún embarazada.
En 2012 conoció en Ciudad del Este a su pareja, que quedó embarazada. Su primera hija nació en julio del 2013 mientras ellos vivían en el barrio Catedral de Ciudad del Este, sobre la céntrica Avenida Coronel Rafael Franco casi Curupayty.
El segundo hijo nació en febrero de este año, según revela el diario ABC de Paraguay. Estas dos criaturas serían la nueva estrategia del prófugo argentino que con su abogado Carlos Broitman intentarán argumentar arraigo en Paraguay para litigar sobre los crímenes de los cuales es acusado.
