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Los mejores chimentos políticos (y de sociedad)

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Pilo Bordón festejó sus 64 con agasajo parrillero en palermo

José Octavio Bordón podrá ser embajador argentino en Washington y podrá también conseguir cinco millones de votos en una elección a presidente, pero quienes lo conocen aseguran que Pilo seguirá cultivando el bajo perfil. Unos cincuenta amigos se reunieron en un piso de altura sobre Avenida Del Libertador para festejar los 64 años de Bordón que, recién llegado de Honduras, eligió nuevamente celebrar con sus más íntimos. Vicente Espeche Gil y Víctor Taccetti fueron de los invitados más interesados en consultarlo por su estancia de 35 días en Honduras, adonde Bordón fue citado por la OEA en busca de una salida al conflicto que generó el golpe de estado a Manuel Zelaya. Pilo habló largo y tendido sobre el tema, mientras paladeaba las mollejas que se llevaron más de un aplauso. Fanático de los asados, más cerca de la gran parrilla que animó la velada estaba el analista Enrique Zuleta Puceiro, quien intentó una y mil veces entablar un diálogo político con una relajada Graciela Römer que prefería hablar de sus vacaciones y de su sueño de tener un nuevo caballo. Gerardo Serra, criador de árabes y puros, se ofreció a conseguirle alguno acorde a sus necesidades. Alejandro Bulgheroni, que va y viene de Punta del Este como cualquier mortal lo hace del Centro a Belgrano, acudió con su bella mujer, Bettina, y contaba cómo en la Navidad de 1992 firmó el acuerdo de los campos petrolíferos y gasíferos de Turkmenistán. Una travesía que no le trae buenos recuerdos, pero que 15 años después le ha dejado una jugosa indemnización que ha invertido en Uruguay, donde produce arándanos, avellanas, aceite de oliva y productos sofisticados que se exportan al mundo entero sin retenciones. Mónica Bordón y “Nacho” Gutiérrez Zaldívar rememoraban lindos momentos vividos en Washington, mientras devoraban el soberbio asado que dejó sin habla a más de uno.

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Tatoo poco aburrido

Muy sorprendidos quedaron quienes han visto a Inés Pertiné en Punta del Este. Pero no por su presencia en sí, ya que ha visitado en varias oportuniades el balneario uruguayo junto a Fernando de la Rúa. La sorpresa fue por el detalle que la ex primera dama exhibe en su antebrazo izquierdo: un pequeño tatuaje. Se trata de un lunar rojo que Pertiné eligió en homenaje a la artista japonesa Yayoi Kusama, y que simboliza la alegría, algo que la caracteriza sin dudas. Aunque en realidad el que eligió ese motivo fue Aíto, quien le propuso hace unos meses a su madre ir juntos a hacerse el tatoo. Y si les llamó la atención a los turistas esteños ver a la dama luciendo un detalle tan moderno, mejor no imaginar la cara de los habitués de la porteña galería Bond Street el día que madre e hijo se acercaron hasta allí para someterse sin miedo a la faena artística.

Sushi kirchnerista

El senador del oficialismo Eric Calcagno demostró que el kirchnerismo no se lleva tan mal con el sushi. A mitad de semana, el joven ex embajador argentino en Francia paladeó con entusiasmo variedades del manjar asiático en la Asociación Japonesa, en un almuerzo que incluyó balance del agitado año que acaba de terminar.

Ñata contra el vidrio

El hombre está en el ojo de la tormenta, pero no se esconde. Norberto Oyarbide compartió cena para cuatro en el restaurante Piégari de Recoleta. Ubicado de frente al ventanal que da a la calle Posadas debajo de la autopista Illia, vestido de traje, el juez federal que en las últimas horas determinó que cada centavo declarado por el matrimonio Kirchner fue ganado en buena ley disfrutaba su cena con algo de bronca: minutos antes había intentado cenar en otro local de La Recova, pero luego de una infructuosa negociación, el magistrado rechazó la mesa que le ofrecieron y debió buscar otro comedero con una mejor ubicación.

El “lagarto” esteño

En Punta del Este quien quiera mostrarse y decir “acá estoy” no puede no estar en la lista de invitados de la fiesta de Lacoste en La Huella, que a fuerza de adelantarse a todas se convirtió en un clásico. Buen catering y bebidas en abundancia, fuegos artificiales, música y las mujeres más lindas, un combo irresistible. El resto, las conversaciones triviales pre Año Nuevo: “¿Uma Thurman en qué casa está?”; “¿Es verdad que viene Bruce Willis?”; “¿Ya fuiste a Marismo?”, “¿Sabés quién decorará la nueva mansión de Daniel Hadad?” Por otro lado, se comentó que Giuseppe Cipriani está preocupado porque el gobierno de EE.UU. aún no le permite el ingreso al país: el fisco le reclama dinero.

Abuelo, otra vez

Aquellos que pensaban que, alejado Domingo Felipe de la política, el apellido Cavallo estaba en extinción, se equivocaron. El ex ministro de Economía acaba de ser abuelo por cuarta vez. Sucede que Alberto, el hijo menor de Cavallo, fue papá en Boston, Estados Unidos, y agregó un descendiente más a la familia que sus otros hijos, Sonia y Eduardo, ya venían agrandando. “Mingo” estuvo dos semanas en Argentina, una en su casa de Córdoba y la otra en su departamento de Buenos Aires, donde pasó la Navidad en compañía de su esposa e hija. Días después, partió raudo hacia suelo norteamericano para recibir 2010 acompañado del nuevo integrante del clan. Allí, según se escuchó, planea quedarse hasta los últimos días de enero, cuando decida volver al país o elija algún poco convencional destino a los que el padre de la convertibilidad se ha acostumbrado a visitar.

“We have a problem”

El dato se guardó con celo en las oficinas de la Policía de Seguridad Aeroportuaria pero, al parecer, las interferencias que sufrió el helicóptero que trasladaba a Cristina Kirchner no fueron las únicas. Pocas horas después del incidente denunciado por el Gobierno, el control aéreo Región Sur detectó otras alteraciones en la frecuencia radioeléctrica del espacio comprendido entre las localidades de General Acha, Piedra del Aguila y Choele Choel. Las interferencias –que fueron advertidas también por pilotos de Lan Argentina y Austral– consistían en marchas militares y música clásica. La falta de radares de precisión en la zona impidió determinar el lugar preciso en que se originaron las emisiones, aunque se especulaba con que ex miembros de la Fuerza Aérea que vuelan aviones civiles podrían ser los responsables.

Tarjeta roja

Cierto enojo se manifestó en el Gobierno contra Jorge Coscia. Es que el secretario de Cultura de la Nación, un soldado de la causa kirchnerista, ha difundido recientemente una foto institucional suya en una actividad con reconocido hombre del folclore argentino. Y si bien el cantautor tiene sobrados pergaminos como para ser digno de la atención de la cultura estatal, es el mismo que en los tiempos del conflicto con el campo por las retenciones móviles supo componer una canción que la Mesa de Enlace adoptó como un himno. Por ahora, a Coscia le han dado el beneficio de la duda

Festejo en Puerto Madero

El relevo como jefe de la custodia presidencial no le ha traído inconvenientes a su carrera dentro de la Policía Federal al comisario Ricardo Pedace. El martes pasado tiró la casa por la ventana con una fiesta en conocido restaurante de Puerto Madero en la que celebró su ascenso a comisario mayor. Más de doscientas personas, en gran medida de la Policía, paladearon el vitel toné que se sirvió como entrada. El legislador Enzo Pagani y Pablo García, subsecretario de Prevención del Delito del Gobierno de la Ciudad, prefirieron atacar el pollo con torre de papas que religiosamente devoraron los 200 presentes en el restó con vista al río. Retirado hacia un costado, un pequeño pero alegre grupete de invitados celebraba el reconocimiento al comisario con algunos movimientos de caderas en la pequeña pista improvisada. Entre ellos, Jorge Enríquez no descuidaba sus formas ni tampoco el exquisito helado que tenía servido en su mesa.

Sin escritorio

Gabriela Michetti sigue esperando que le den un despacho y está que trina con Eduardo Fellner.

Enojo en puerta

El cierre del año en las habituales tenidas de Lola no fue el esperado para Ramón Puerta. El misionero había lanzado allí a principios de 2009 su idea de armar un panperonismo, un combo cuyo fin real era hacerle un lugar al macrismo. Pero la trunca marcha del ex presidente de Boca en la Ciudad fue desactivando esa jugada. Sin embargo, en el último almuerzo en el restó de Recoleta, el hombre insistió en que su amigo de la facultad era uno de los nombres puestos a competir por el sillón de Rivadavia. Pero la bataola de rumores y objeciones que recibió espesó el aire que calentaba el mediodía porteño. Raúl Granillo Ocampo, por ejemplo, aseguraba que Puerta puede pagar cara su amistad con Macri si sigue promocionando su candidatura. Otros, como Jorge Pereyra de Olazábal, se relamían con los comentarios poco amistosos de la mesa hacia el jefe de Gobierno, mientras que Mariano Caucino trataba de calmar los ánimos. Entre quienes compartieron el inusualmente ríspido convite estaban Pascual Albanese, Andrés Cisneros, Jorge Raventos, Héctor Maya y un sorprendido Guillermo Alchouron.

 

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