Tras un paso rápido de lista a los presentes y corroborar el quórum necesario para iniciar la sesión, el plenario de delegados del Comité Nacional de la Unión Cívica Radical (UCR) eligió esta tarde en tiempo récord al nuevo presidente del partido de Irigoyen: el senador jujeño Gerardo Morales.
Al conocerse la votación, en la que Morales recibió la aprobación de 62 delegados, mientras el actor cómico Nito Artaza –quien también se postulaba a ese cargo– obtuvo un voto. Por su parte, nueve de los delegados se mostraron a favor de la moción de Margarita Stolbizer, quien buscaba imponer la continuidad de Mario Jaraz –reemplazante transitorio de Iglesias– al frente de la conducción. Poco después de la elección, el flamante titular de la UCR fue largamente ovacionado y felicitado por sus correligionarios.
De esta manera, y después del vacío que dejó el titular del partido, el ex gobernador mendocino Roberto Iglesias, los delegados de todas las provincias, de la juventud radical, de la Franja Morada y de las organización de trabajadores radicales, dieron el visto bueno para que el legislador norteño asuma la presidencia del partido, en un claro guiño al sector que propicia la alianza con el ex ministro de Economía Roberto Lavagna.
Ante un cuadro de un partido completamente fracturado que va desde los radicales que apoyan al actual presidente Néstor Kirchner hasta los que propician una alianza con el ex ministro de Economía Roberto Lavagna, las versiones indicaban –desde muy temprano– que el jujeño se perfilaba como el claro sucesor de Iglesias, y que habría sido elegido por su clara relación con el lavagnismo.
El hecho que Morales asuma la presidencia al frente del Partido daría entonces la razón al mendocino, quien justamente renunció al cargo por diferendos con los miembros de su partido que apoyaron la candidatura del ex ministro de Economía.
Este mediodía, el encargado de abrir el fuego fue el dirigente y actor Nito Artaza, quien sugirió que mantendría su candidatura de presidente al Comité Nacional “aunque ésta sólo sea testimonial y algunos me tomen en broma”. Artaza, además, cargó contra la posibilidad de una alianza electoral con el ex ministro Lavagna y llamó a que el radicalismo sea oposición y lleve candidatos propios “para ser una alternativa y no sumarnos a un nuevo Pacto de Olivos”.
Más tarde, el diputado chaqueño Ángel Rozas sugirió que Gerardo Morales era el candidato que ganaría “por abrumadora mayoría” la elección de presidente del partido, y consideró al senador jujeño como “la mejor opción” para llevar adelante la estrategia de la fuerza para las elecciones del 2007.
“Hoy gana Morales y la UCR comienza a ir detrás de lo que se decidió en la Convención de Rosario, que es dialogar con fuerzas afines, como Elisa Carrió, el Socialismo y Roberto Lavagna”, enfatizó el delegado y ex gobernador del Chaco en declaraciones a la prensa en la sede del Comité Nacional.
Con esta decisión, el radicalismo quedaría a un paso de lograr el consenso suficiente para acompañar la candidatura del ex ministro de economía Roberto Lavagna a la presidencia en 2007.
Por ese motivo, el plenario contó con la abstención de la secretaria general del partido, Margarita Stolbizer, quien hoy afirmó que “me da vergüenza que algunos en mí partido digan que no tenemos candidatos” y tras rechazar una eventual alianza electoral con Roberto Lavagna agregó que “me gustaría que algunos senadores y diputados pongan el pecho y digan que estarían orgullosos de representar a la UCR” en los comicios de 2007.
Entre los que demostraban su satisfacción por la elección de Morales estaban los titulares de los bloques de diputados y senadores de la UCR, Fernando Chironi y Ernesto Sanz; el presidente de la Convención Nacional, Adolfo Stubrin; el ex diputado Leopoldo Moreau y el dirigente bonaerense Ricardo Alfonsín.
Los radicales lavagnistas celebraron la consagración de Morales porque descuentan que en la Convención Nacional que se realizará en marzo próximo para fijar la estrategia electoral se aprobará la alianza con el ex ministro. En ese marco, y si no prospera el diálogo con los radicales K, el partido quedará dividido en dos corrientes: los opositores al gobierno y los gobernadores e intendentes alineados con la concertación plural que impulsa el presidente Néstor Kirchner.