A las 14:46 el avión de la Fuerza Aérea Argentina que traslada los restos del ex presidente Néstor Kirchner despegó del aeropuerto metropolitano Jorge Newbery con destino a Río Gallegos, donde su ataúd será depositado en una bóveda familia del cementerio municipal.
El coche fúnebre recorrió las calles ante una masa de personas que acompañaron corriendo con lágrimas en los ojos el vehículo lleno de flores, banderas y mensajes, bajo el lluvioso mediodía porteño.
Sus restos llegaron a las 14:26 a un sector reservado del aeroparque e ingresó por un camino costodiado por el cuerpo de Granaderos, con sus sables desenfundados. Los Granaderos cargaron el féretro del ex presidente y detrás, a pasos nada más, Cristina Fernández de Kirchner y sus hijos lo seguían de cerca en una postal que quedará grabada en la retina de muchos argentinos.
Tres minutos después, sus restos fueron colocados en una cinta transportadora que lo dejó dentro de la cabina de la aeronave TC-55. La lluvia era intensa, casi como el llanto de los funcionarios que observaba desde la pista. Luego Cristina, Máximo y Florencia Kirchner, junto al jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, la ministra Alicia Kirchner, y el secretario Legal y Técnico, Carlos Zannini, subieron también.
La puerta del avión se cerró a las 14.36 y minutos después comenzó las maniobras de despegue. Se espera que el avión llegue a destino tres horas más tarde.
