Con la presencia de invitados y especialistas, el Senado inició este miércoles 6 la discusión sobre el polémico proyecto para captar fondos no declarados en el exterior para el pago de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El propósito del texto elaborado por el senador del Frente de Todos Oscar Parrilli ya anticipaba controversia entre el oficialismo y la oposición, sobre todo después del voto dividido del oficialismo en el aval parlamentario al acuerdo con el FMI para la refinanciación de la deuda.
Es allí como se registró un cruce entre el senador radical Martín Lousteau y el propio Parrilli, en torno a qué constituye técnicamente la fuga de capitales y cuál es el real propósito de la iniciativa.
Lousteau derivó una de sus preguntas al director del Banco Nación, Guillermo Wierzba, le pidió que "defina lo que es fuga" e insistió: "La fuga de capitales es la constitución de activos en el exterior, ¿si alguien tiene depósitos en el país y los saca al exterior es fuga? ¿Si alguien tiene un depósito personal o provincial y lo radica en el extranjero es fuga?"
Con ironía, Lousteau se refirió a un pasaje de un "best seller de la fuga" y leyó "Sinceramente"
El razonamiento de Lousteau tiene como antecedente la lectura de un tramo del libro "Sinceramente" de Cristina Kirchner, durante la última sesión en la Cámara alta donde se trató el acuerdo con el FMI.
“Ustedes hablan de la fuga, permítanme leer un mega best seller sobre la fuga”, dijo Lousteau y arrancó con la lectura de "Sinceramente", el libro de Cristina Fernández: “Néstor, haceme un favor y sacá la plata del banco y mandala afuera estos tipos van a hacer un plan Bonex”, ¿Saben como se llama eso? Pedir que alguien fugue”.
Luego de la consulta, Wierzba se limitó a admitir que "es fuga", y ahí fue auxiliado por Parrilli que le aclaró que "el expositor está contando otra cosa, este proyecto es para cancelar la deuda con el Fondo que tomó el Gobierno en 2018, fuga hubo siempre, nosotros también tuvimos fuga, pero no la incentivábamos", se diferenció.
"En nuestra gestión hubo mucho menos fuga, es un problema, desde ya, tenemos que resolverlo, pero este proyecto es para cancelar la deuda que tomaron ustedes", insistió el neuquino.
Otra de las consultas de Lousteau tuvo que ver con la alícuota de 20% que se aplicará a aquellos fondos en el exterior que sean declarados, y no el 35% que contempla la normativa actual, aunque no hubo clara respuesta de parte del oficialismo.
"Como oposición queremos saber, y los expositores nos deberían aclarar, las motivaciones técnicas para que podamos acompañar o no una iniciativa así. ¿Por qué conviene elegir este camino y no el camino ya instituido, vía AFIP, UIF y mecanismos ya previstos", cuestiona @FamaFlavio
— Senado Argentina (@SenadoArgentina) April 6, 2022
Los argumentos del oficialismo
El jefe del bloque del Frente de Todos José Mayans fue uno de los responsables de la defensa del proyecto y señaló que "hay datos que son inobjetables, están certificados en la secretaría de Finanzas de la Nación y no hay forma de inventarlos", en relación a la discusión sobre el uso de los fondos que recibió el macrismo en 2018 de parte del FMI.
Dijo que, desde la comisión Bicameral Permanente de Seguimiento y Control del Pago de la Deuda Externa, se gira “el informe del comportamiento permanente de la deuda” y allí está certificado que, en diciembre del 2015, “la deuda era de 222 mil millones de dólares y equivalía al 40 por ciento del PBI nacional”, la mitad en pesos, y, en 2019, cuando el macrismo dejó el gobierno, los compromisos de la Argentina ascendían a “los 323 mil millones de dólares; es decir, cien mil millones de dólares más”.
Por su parte, la senadora mendocina Anabel Fernández Sagasti destacó que con la norma "sumamos herramientas a la AFIP y a la UIF pero también a la Justicia para levantar el secreto fiscal, el secreto bancario y secreto bursátil”. Insistió además que el objetivo de la ley es "encontrar los dólares” que se fugaron y establecer “una política de Estado que trascienda, que sea una ley".