POLITICA
en busca de la estabilidad

Macri aspira a pasar el verano para arrancar la campaña

El plan prevé dólar calmo, inflación a la baja y paritarias que alivien los salarios. Mientras, el eje será la lucha contra corrupción y narcotráfico.

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Firma. El viernes, el Presidente rubricó un cuadro de una campaña de desarrollo sustentable. | prensa presidencia

Cuando falta justo un año para las elecciones presidenciales, en el Gobierno aspiran a que pase el verano para poder poner el motor electoral en marcha. El plan –no escrito– tiene una serie de variables económicas claves: que se estabilice el dólar y pase varios meses sin sobresaltos, que la inflación empiece a dar muestras de reducirse, que los nuevos acuerdos paritarios les den un respiro a los salarios en los últimos dos meses del año, y que las tasas puedan bajar para que la actividad económica levante. En el mientras tanto, la agenda política que buscará instalar el Gobierno girará en torno a ejes que no tienen que ver con la economía, como la lucha contra la corrupción, el combate al narcotráfico y la inserción de Argentina en el mundo, que tendrá como eje central la cumbre del G20 a fines de noviembre.

“Necesitamos tres o cuatro meses de estabilidad, si no vamos a tener un problema”, reconoce uno de los funcionarios que sigue de cerca el desenvolvimiento del plan de gobierno. Otro más reconoce que la gestión hoy está seteada con una lógica de “día a día”. Ninguno va a reconocer en voz alta que el objetivo es “pasar el verano”, por dos motivos: primero porque desde el Gobierno ya padecieron con el famoso “segundo semestre” (en 2016) el flagelo de ponerle plazos a una eventual recuperación, y segundo porque nadie quiere aparecer emulando a Alvaro Alsogaray y su tristemente célebre “hay que pasar el invierno”.

En los despachos de la Casa Rosada buscan convencerse de que el factor económico no va a ser el eje que defina la campaña electoral del año próximo. Ya lo plantearon tanto Marcos Peña como Jaime Duran Barba, y cada vez son más los que repiten que la corrupción seguirá siendo factor y que el trabajo de Seguridad en el combate al narcotráfico es uno de los puntos mejor evaluados según las encuestas. Otros también agregan las obras públicas, “empezadas y terminadas en el plazo establecido”, como un plus valorado. Sin embargo, todos reconocen que para que eso sea determinante en la elección será clave que la economía, por lo menos, logre mostrar signos de estabilidad. Para febrero o marzo esperan que el semáforo pueda mostrar más luces verdes y amarillas que rojas.

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Con el Presupuesto 2019 en vías de ser votado por el Congreso, y con el FMI aprobando el nuevo acuerdo, en las filas del Gobierno se recuperó cierto optimismo (ver página 4). Ahora, el desafío lo tienen puesto en atravesar estos meses con el menor daño posible. “Con el gradualismo veníamos navegando en un río tranquilo, desde abril entramos en los rápidos y vamos golpeándonos con las piedras. Necesitamos pasar estos meses con la menor cantidad de magullones posible”, grafica un funcionario. Se sabe que en el PRO son afectos a las metáforas.

“En octubre tocamos piso”, estiman en el Ministerio de Hacienda. Lo que vendrá después marcará de qué manera se atravesará el verano. El apretón monetario que está aplicando el Banco Central confían que logrará controlar la inflación. El problema es que esa política también tendrá un efecto recesivo importante. Más piedras en el río.

Para que el verano transcurra con la mayor tranquilidad posible, en el Gobierno creen que en las próximas semanas se irán cerrando las revisiones de los acuerdos paritarios. Eso permitiría que los salarios en noviembre y diciembre le ganen a la inflación (en un año donde vienen perdiendo fuerte).

Para los sectores más bajos ya está previsto un bono en la asignación por hijo y hay quienes dicen que habrá más refuerzos presupuestarios. En Hacienda niegan que esté en los planes. Por más que en la Rosada creen que “la conflictividad de diciembre es la pretensión política de algunos”, saben que para pasar el verano primero es necesario tener un fin de año en paz.