POLITICA
ante un eventual triunfo

Macri intenta tejer una red con peronistas para asegurar gobernabilidad

Espera seducir a massistas para ampliar su base de poder. Negociaciones con sindicalistas y promesas de fondos a gobernadores. Galería de fotos

Círculo amarillo. Los candidato y el radical Ernesto Sanz en el VIP del búnker, el domingo de la elección.
| Cedoc Perfil

“Cambiemos es la nueva Alianza”. Las palabras de Daniel Scioli, que agita el kirchnerismo, pusieron de manifiesto un fantasma: que Mauricio Macri y los radicales sean una fase más del fracasado experimento que lideró Fernando de la Rúa. Consciente de que la gobernabilidad será clave si llega a la Casa Rosada, el candidato presidencial comenzó a diseñar, con sus armadores políticos, una red de sustentabilidad que incluye a gobernadores, el PJ, sindicalistas, un gabinete de coalición y, sobre todo, a los intendentes bonaerenses.

La historia juega en contra: desde 1928, con Marcelo Torcuato de Alvear, que un gobierno que no es de extracción peronista es incapaz de terminar un mandato. Por ello, una de las claves será el esquema de poder que comience a tejer María Eugenia Vidal como gobernadora con la ayuda de los 64 intendentes de Cambiemos.

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“La estrategia tiene a María Eugenia Vidal tomando lo único que podría haber asegurado Scioli si ganaba: la gobernabilidad. O sea, cuando ella empiece a hablar más con los intendentes va a generar esa preciada gobernabilidad”, explica uno de los asesores políticos de Cambiemos.

“Para nosotros el PJ no es un riesgo, con nuestros equipos, nuestra capacidad y los vecinos estamos tranquilos de que vamos a poder gobernar”, le dijo a PERFIL Néstor Grindetti, intendente electo de Lanús y uno de los articuladores con los caciques de la tercera sección electoral.

En ese sentido, el esposo de Vidal, Ramiro Tagliaferro (intendente electo de Morón) comenzó a dialogar con sus pares del PJ como Gustavo Menéndez (Merlo). Federico Salvai, mano derecha de la gobernadora electa, también tiene en agenda encuentros con caciques bonaerenses de cara al futuro.

Por lo pronto, Macri mostrará los primeros indicios de su poder territorial: estará en un foro con los 446 intendentes electos del radicalismo que se reunirán el viernes en Santa Fe.

Justicialismo. En este marco, y de forma paralela, la relación con el PJ será clave. Por un lado, Macri piensa en un gobierno nacional, y también bonaerense, de coalición que una a radicales y peronistas. Para ello, avanzan los diálogos con Sergio Massa (Ritondo y Horacio Rodríguez Larreta son los interlocutores), aunque en el PRO desconfían del tigrense. “Hoy ni Sergio se quiere integrar ni nosotros queremos integrarlo, pero unos cuantos massistas se van a sumar”, adelanta uno de los negociadores.

Sindicatos. Los gremios serán claves también en el armado que imagina el macrismo. De esto hablaron Macri y Hugo Moyano el miércoles, cuando se reunieron de forma secreta. El PRO había armado, el año pasado, una “mesa sindical” cuyas caras visibles son los peronistas Diego Santilli y Jorge Triaca.

Allí tallan las relaciones con Gerardo Martínez (Uocra) y Andrés Rodríguez (UPCN), y refuerzan el vínculo con Gerónimo “Momo” Venegas (peones rurales), quien estuvo, entusiasmado, toda la semana enviándole mensajes de texto a Macri.

La foto de hace dos semanas en la que no estuvieron ni Antonio Caló ni Omar Viviani reforzó la estrategia macrista: dejar en offside a los sindicalistas sciolistas para que pierdan poder. “Hay un cambio de diálogo muy positivo. Nunca hubo agresiones de ellos, fueron lo suficientemente inteligentes como para no hablar en vano de Mauricio, y en general se llevan bien”, explica uno de los dirigentes del macrismo.

Gobernadores. Otra pata del esquema de gobernabilidad será el vínculo con los gobernadores de todos los partidos. En ese marco, Macri hizo la tarea: durante la semana ocupó parte de su tiempo para hablar con la mayoría de ellos para aceitar el vínculo.

Los llamados no sólo implicaron las “felicitaciones” de rigor, sino también promesas de trabajo conjunto, diálogo abierto y hasta la discusión del esquema de reparto de fondos desde el gobierno nacional, el arma predilecta del kirchnerismo para disciplinarlos.

En el macrismo ven que ya no es un camino de ida: “Ahora todos quieren hablar con él”, relata uno de los asesores. “Macri tiene un muy buen vínculo con todos los gobernadores”, destacó a este diario Emilio Monzó, armador político del PRO y quien ideó el pase de Vidal a la Provincia, allá a finales de 2013 cuando todavía parecía una utopía ganar.

Uno de los que dialogaron con Macri fue el delasotista Juan Schiaretti, el peronista que estará al frente de Córdoba. En la agenda también estuvieron Alberto Rodríguez Saá (de San Luis), Mario das Neves (de Chubut) y Juan Manuel Urtubey (de Salta), además de los representantes de la UCR.