Tras una de las semanas más complicadas para el Gobierno porteño, luego de que una protesta sindical en Ceamse –donde se entierran diariamente todos los residuos que genera la Ciudad– inundó de bolsas de residuos las calles, comienzan a tejerse nuevos escenarios para encontrar una solución a una simple cuestión: ¿qué hacer con las 5 mil toneladas de desperdicios que generan por día los porteños?
Uno de los escenarios que entusiasma al ministro de Espacio Público, Diego Santilli, es avanzar con las negociaciones para que la Municipalidad de Tigre pueda procesar, reciclar y reutilizar una parte considerable de los desperdicios de la Ciudad. “Nuestros técnicos y los de Tigre están trabajando en conjunto para encontrar una solución desde hace meses, ya tuvimos varias reuniones”, confirman los encargados de articular las políticas de higiene urbana de la Ciudad.
Pero aclaran que cualquier otro municipio que acerque una solución también será bien recibido, porque la situación es crítica. La idea del intendente de Tigre, Sergio Massa, es primero darle una solución a los residuos que genera su propio municipio y construir una planta de tratamiento de última generación de residuos en las cercanías del Ceamse, en tierras que pertenecen al municipio pero que hoy no se pueden utilizar por cuestiones jurídicas.
Hábil negociador, Massa sabe que la Ciudad lo necesita y estaría dispuesto a cerrar una acuerdo para procesar parte de los residuos que genera la tierra que comanda Mauricio Macri, como también de aquellos municipios que estén dispuestos a abonar un canon por tonelada reciclada o absorber los costos de la planta, que alcanza varias decenas de millones de dólares.
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