La primera foto del trío que competirá en octubre por su reelección. La primera que irá a pelear la batalla electoral en Nación, Ciudad y Provincia. Ya en modo electoral, y con un discurso unificado, el presidente Mauricio Macri, la gobernadora María Eugenia Vidal y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, se mostraron juntos por primera vez tras la decisión de que las elecciones no serán desdobladas ni en territorio bonaerense ni porteño.
Los tres hablaron en un acto en el que mostraron los avances de la megarred de desagües cloacales Sistema Riachuelo, ubicada en Dock Sud, Avellaneda, donde trazaron de manera nítida dos de los ejes de la campaña: la importancia de las obras públicas y la agenda de transparencia, como contrapartida del kirchnerismo.
En este sentido, el Presidente aprovechó para plantear que en “todas las obras” que se hicieron durante su mandato “no hubo ningún cuaderno”. “Es muy importante destacar el valor que tienen las obras públicas. Somos capaces de empezar y terminar las obras”, dijo Macri, quien festejó su cumpleaños 60 allí. De hecho, el jefe de Estado agradeció los saludos y aseguró que “no debe haber mejor regalo para un ingeniero que estar viendo una gran obra que le va a cambiar la vida a más de 4 millones de argentinos para siempre”.
Por su parte, en su breve discurso Larreta “vendió” la megaobra del Paseo del Bajo, que estará inaugurada a fines de abril, y que permitirá unir el sur y el norte de la Ciudad.
Vidal también destacó que “en las más de 1.800 obras (que se hicieron durante el macrismo en la Provincia) no hubo ni una sola denuncia de corrupción” y también aprovechó para destacar la obra hidráulica del arroyo El Gato, en La Plata, que inauguró esta semana.
La construcción del Sistema Riachuelo es el mayor plan de saneamiento en Latinoamérica financiado por el Banco Mundial, con una inversión de 1.200 millones de dólares. Bajo el Río de la Plata, a 45 metros de profundidad, la tunelera “Beatriz” ya construyó seis de los 12 kilómetros que tendrá el emisario subfluvial. “Este megaconducto de 5,10 metros de diámetro será el encargado de transportar los efluentes cloacales tratados de 4,3 millones de habitantes del área metropolitana”, explicaron fuentes oficiales.
La intimidad. El acto se había pensado el lunes pero se confirmó el miércoles, ya con el calendario electoral unificado definido. Comenzó muy temprano: 8.50 aterrizó el helicóptero que trajo a la gobernadora a 50 metros del lugar donde estaban los funcionarios. La cercanía del aterrizaje inundó de arena, polvo y tierra a asesores y periodistas. Rápidamente caminó 150 metros para encontrarse con el Presidente, Larreta y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, quien tiene a su cargo la obra a partir de la empresa estatal Aysa, y el titular de Obras Sanitarias, José Luis Lingeri. Bajaron 45 metros en un ascensor para ver el túnel por dentro.
Luego llegó el momento del acto. Tras las palabras de Macri, Vidal hizo de anfitriona y pidió cantar el feliz cumpleaños. Con micrófono en mano, empezó a cantar cuando apareció una torta con velitas que habían llevado desde Presidencia. En ese momento, Macri recibió dos regalos: uno de Frigerio y el equipo de Aysa que constó de una réplica en miniatura de una alcantarilla; y también una corbata azul que le dio el subsecretario de Asuntos Municipales bonaerense, Alex Campbell.
En primera fila miraban la senadora, y candidata a intendenta de Avellaneda, Gladys González, el secretario de Asuntos Hídricos, Pablo Bereciartúa, y Lucas Figueras, el funcionario cercano a Carlos Grosso que trabajará en Acumar.
Tras los saludos, algunos efusivos, Vidal salió en helicóptero para visitar tres ciudades de la sexta sección electoral. Entre ellas, estuvo en Laprida, junto a la vicepresidenta Gabriela Michetti, quien nació allí. También estaba Federico Suárez, ministro de Asuntos Públicos, oriundo también de la ciudad, a quien Vidal, en la reunión a comienzos de semana para plantear su agenda, le endilgó una candidatura a intendente. Suárez enrojeció como pocas veces.
