Elisa Carrió y Mauricio Macri concretaron en público un acuerdo que se viene tejiendo desde hace más de un año. A través de publicaciones en las redes sociales Facebook y Twitter, anunciaron que competirán en las primarias abiertas previstas para el 9 de agosto como parte de un acuerdo que reunirá a sus partidos –PRO y Coalición Cívica–, y al que convocarán a otros sectores, en especial a la Unión Cívica Radical. El límite quedó fijado: a Sergio Massa no lo quieren dentro de un frente opositor.
La decisión, que ya estaba tomada pero se pospuso por la trágica muerte del fiscal Alberto Nisman, tiene un impacto político en una campaña que había entrado en una meseta en las últimas semanas.
El objetivo que buscan es armar un polo de oposición que logre terciar en las disputa entre lo que Lilita denomina como “los dos PJ”, por las candidaturas de Daniel Scioli y de Massa. Es una manera, además, de mandarles una señal a los radicales, que siguen coqueteando con la idea de armar una interna que reúna a toda la oposición, incluyendo al líder del Frente Renovador.
Ernesto Sanz recogió el guante y tuiteó: “Muy bien! @elisacarrio y @mauriciomacri Es un paso en la dirección correcta. La Argentina necesita de amplios acuerdos”. En las últimas semanas, el titular de la UCR viene impulsando el acuerdo que incluya también a Massa, pero sobre todo para mantener unidos a los diferentes sectores del partido. Este movimiento, sin embargo, puede desencadenar definiciones en el seno del centenario partido.
Para la foto. El tradicional Parque Thays fue la escenografía elegida por Macri y Carrió para sacarse la foto que acompaña el mensaje de unidad. “Nos duele la realidad de nuestro país. Pero nos llena de esperanza saber que este año las elecciones nos dan la oportunidad de lograr un cambio. Queremos que haya una alternativa competitiva frente a los que nos gobiernan hace décadas”, arranca el texto.
Antes de la foto, se juntaron en el departamento del ministro de Gobierno porteño, Emilio Monzó, para pulir detalles. Con compras de último momento, el coordinador del armado nacional del PRO los recibió con jugo de naranja, gaseosa light y medialunas. Lilita llegó puntual, a las 10, Mauricio, cinco minutos después. A él lo acompañaban Monzó y Marcos Peña; a ella, Maximiliano Ferraro y Maricel Etchecoin.
Primero estuvieron media hora charlando a solas. Era la segunda vez que compartían un espacio así, clave para sumar confianza mutua. La vez anterior fue hace tres meses, en la casa de un amigo en común. Fuentes que siguieron de cerca las negociaciones concluyen que las amistades del mundo privado fueron importantes para concretar el acercamiento político. Se menciona entre ellos al CEO de Techint, Paolo Rocca.
La decisión generó críticas en sectores de UNEN, que fueron hasta hace pocos meses aliados de Carrió. Los lilitos aseguran que la diputada siempre postuló que había que sumar el PRO a UNEN.
“Por eso sellamos la unidad y competiremos en las elecciones internas abiertas para que ustedes puedan elegir cuál es la mejor propuesta, sin que nadie pierda su identidad”, cierra la carta de presentación del flamante espacio, que todavía debe superar resistencias internas. Unos temen que Carrió termine dinamitando otro espacio de unidad. Otros miran con recelo a un espacio al que han denunciado. Después de la foto se fue cada grupo por su lado. Carrió rumbo a Punta del Este, para pasar unos días con un hijo. Ya dieron el primer paso.