Juan José Gómez Centurión metió el dedo en la llaga. En una de las llagas que deja el macrismo: la decepción de la familia militar. Se trata de un colectivo que abarca entre 500 mil y un millón de personas. “En 2015 creímos que comenzaba una nueva etapa, que rompíamos con la inercia del pasado para iniciar el camino de la reconstrucción del Sistema de Defensa”, se lamenta calculadamente Gómez Centurión, en la carta que hizo circular entre sus ex camaradas.
El precandidato a presidente tuvo rango de mayor en el Ejército. Es veterano de Malvinas y protagonizó levantamientos carapintadas. Bajo la presidencia de Mauricio Macri fue director de la Aduana y vicepresidente del Banco Nación. Ahora, busca captar el voto militar. ¿Cuántos votos son? No existen registros precisos. Según el analista Rosendo Fraga, es un mini-padrón de un millón de personas, entre activos, retirados y familiares. Un ex funcionario calcula medio millón. Un consultor estima entre 500 mil y 800 mil.
Tampoco está claro que compartan valores homogéneos. La enorme brecha etaria arrastra diferencias políticas e incluso socioeconómicas. Lejos del estereotipo del militar con aires aristocráticos, algunos familiares de las 44 víctimas del ARA San Juan eran de clase media baja o directamente baja.
Gómez Centurión también denuncia "presiones" y llamados de Cambiemos para bajar su candidatura
Para Gómez Centurión, Cambiemos defraudó doblemente a las Fuerzas: no hubo reconocimiento material y tampoco simbólico. Ni salto presupuestario, ni cierre a los juicios por crímenes de lesa humanidad. En el medio, la tragedia del submarino. Con un agregado: el ministro de Defensa, Oscar Aguad, sugirió que se había tratado de un caso de mala praxis por parte de la Marina.
“Promesas incumplidas, planes dejados a un lado en nombre del oportunismo, la coyuntura económica, la ignorancia y la falta de apego a lo nacional”, detalla Gómez Centurión. En contrapartida, el Gobierno apura un plan de re-seducción. El secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, adelantó que existe un proyecto para indemnizar a familiares de soldados muertos en enfrentamientos con grupos armados en los setenta.
En la cena de camaradería con la cúpula del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea, Macri celebró la “normalización de la imagen de las fuerzas”. Prometió aumentos salariales y dar mayor formación en “ciberdefensa, la ciberguerra y la inteligencia”. En la Rosada relativizan el clima de desilusión, y se jactan de haber reducido el porcentaje del salario en negro: de 40% a 10%. También destacan haber dado participación a los militares en controles de frontera y situaciones de catástrofe. Por ejemplo, el reciente derrumbe de un cerro sobre la ruta 40.
Un experto en temas de Defensa minimiza esas concesiones, sin descartar un posible apoyo al macrismo: “El que entra como oficial o suboficial tiene expectativas profesionales, ya sea guiado por la patria o por ser Napoleón. Pero esa carrera no existe. Y tampoco hay incentivo simbólico: Macri hace gestos, pero a la vez rebaja el reclamo por la soberanía de Malvinas. El militar eso lo percibe, aunque no vaya a votar a los K”.