La periodista Magdalena Ruiz Guiñazú confirmó hoy que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos “analizará las denuncias” de los trabajadores de prensa en torno a las constantes persecuciones impulsadas por parte del Gobierno Nacional.
Así mismo, la conductora radial también calificó como un “disparate” las acusaciones de la embajadora argentina en la Organización de Estados Americanos (OEA), Nilda Garré, sobre los periodistas que expusieron sus denuncias y a quienes llamó ”voceros de grupos monopólicos”.
Ruiz Guiñazú señaló que su exposición ante la CIDH se centró en el "juicio público llamado ético y popular que se desarrolló frente a la Casa de Gobierno", encabezado por la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, en la que se la acusó de haber colaborado con la última dictadura militar.
En este sentido, aseguró que los representantes del Gobierno ante la CIDH "no desmintieron los escraches" y se centraron en presentar "una serie de gráficos para demostrar que la publicidad oficial no va únicamente a los medios afines" al kirchnerismo.
Por su parte, Mariano Obarrio, otro de los periodistas que pidió la audiencia en agosto, relató que presentó una denuncia ante la CIDH por la llamativa “intervención” de su teléfono por parte del Gobierno Nacional, cuya pericia arrojó que fue hecha desde la Secretaría de Inteligencia del Estado y que culminó con un robo a su vivienda particular.
"Además sufrí ataques directamente de la Presidenta. Por eso me sentí afectado a mi derecho a la información y en la libertad de prensa", sentenció Obarrio durante su programa en radio El Mundo.