POLITICA
lilita la acuso de espionaje en su contra

Majdalani busca un “desagravio” judicial para retrucar la denuncia

El macrismo debió frenar a la jefa de los espías para que no saliera a responderle a la diputada. Gobierno hace equilibrio entre ambas.

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Fricciones. Le pidieron a Silvia “la Turca” Majdalani que no polemice con la jefa de la Coalición. | Cedoc Perfil
Muy a su pesar, la conducción macrista no logra bajar el perfil de la ex SIDE. Si hasta hace unas semanas era Gustavo Arribas quien ocupaba el centro de la escena, a raíz de la denuncia que lo asocia a las coimas de la constructora Odebrecht, ahora le toca a su segunda en la AFI: Silvia Majdalani. Elisa Carrió la acusó directamente de haberla mandado a espiar. Ante ese planteo, desde Casa Rosada hacen equilibrio: sostienen a Majdalani, pero le ordenan que no confronte con Carrió, y a su vez apuestan a que esa interna se diluya. Mientras, la subdirectora de la Agencia planea una suerte de desagravio judicial.

“Iniciamos una investigación en la AFI y después se verá qué es lo que va a pasar”, afirmó Marcos Peña, tras el Tedeum por el 25 de mayo en la Catedral porteña. Convertido en el principal vocero de Cambiemos, Peña intentó hacer una carambola: complacer a Carrió y, al mismo tiempo, mantener el stato quo dentro de la Agencia Federal de Inteligencia.  
El gesto del jefe de Gabinete a Carrió, candidata a diputada confirmada de Cambiemos, estuvo acompañado por una serie de llamados con el objetivo de contenerla. Además de haber señalado que “La Turca” Majdalani activó un espionaje ilegal en su contra, Carrió le había dado una especie de ultimátum al oficialismo. Según el planteo inicial de la diputada (después bajó el tono de su pataleo), Mauricio Macri debía optar entre ella o Majdalani.

Puesto en ese dilema, el Presidente eligió una tercera vía. Desde la Rosada ayer confirmaron que Majdalani, ex dirigente (ultra) menemista, con cierto expertise en asuntos de inteligencia y contactos fluidos con el mundo de los espías, seguirá su cargo. Pero con una condición: que no polemice con Carrió. Con la campaña a la vuelta de la esquina, Macri evita cualquier tipo de fricción con su aliada más incómoda.  

Cerca de Majdalani, sin embargo, revelan que en los próximos días habrá una respuesta judicial. La vicedirectora de la AFI busca demostrar que ella no avaló ningún tipo de espionaje sobre la reunión entre Carrió y el oficial de Inteligencia del Ejército, Alejandro Camino, realizada en Paraguay. Mientras desde el Gobierno le sugieren que apueste a diluir el tema, sus abogados preparan una presentación judicial, con datos de la ex SIDE. Esta vez, a diferencia de otras denuncias anteriores en contra de las acciones de la AFI, Carrió excluyó al amigo de Macri Gustavo Arribas. Le apuntó derecho a Majdalani, pese a que ambos directores de la AFI se reúnen todos los días, y más de una vez, en el edificio discreto de 25 de Mayo 11. Así, Arribas consiguió un respiro, frente a la tanda de denuncias que lo involucraban (y todavía lo hacen) con el caso Odebrecht.
Dentro de la AFI, las acusaciones selectivas de Carrió le agregaron paranoia al mundo siempre desconfiado de los espías.