Juan Manzur sabe que no llegó al cargo de jefe de Gabinete por su buena imagen pública, pero no le molesta. Su arribo al gobierno de Alberto Fernández tiene que ver con poder mostrar experiencia de gestión y la fortaleza de una liga de gobernadores que se sostiene más allá de lo que pasa en la Casa Rosada. Entiende que su rol no solo tendrá que ver con agilizar la gestión, sino también con hacer equilibrio entre las diferentes fuerzas de la alianza del Gobierno y ajustar la figura presidencial.
En su entorno más íntimo lo describen como “un hombre de la rosca 24x7”. En su primera semana mostró una agenda hiperactiva de gestión y de campaña que lo llevó a abrir las puertas de la Casa Rosada este sábado para recibir a los ministros Juan Zabaleta (Desarrollo Social) y Julián Domínguez (Agricultura). De Balcarce 50 se fue a un acto del Movimiento Evita en Ezeiza, almorzó con el intendente Alejandro Granados y siguió el recorrido por Avellaneda. Compartió actividad con el Presidente en este distrito, en donde cerraron el plenario de la Agrupación Eva Perón.
“Por ahora viene siendo el tucumano simpático. Todavía esto es amable, cuando se empiece a pelear con gremios, medios y otros, ahí empieza la gestión”, dicen desde el círculo íntimo del funcionario. No teme a lo que dicen las encuestas, reconoce que su imagen más allá de Tucumán es negativa. “No viene a sumar votos”, dicen desde su entorno. Si hace una buena gestión, los números negativos que cosecha pueden revertirse.
Es un peronista pragmático. Se había reconciliado con Máximo Kirchner mucho antes de la carta de Cristina Kirchner en la que hace público que era el elegido para la renovación. En agosto, el presidente del bloque de Diputados envió un video saludando a la lista patrocinada por él. “Tucumán es su casa y vamos a seguir trabajando juntos para recuperar la vida que queremos”, agradeció el entonces gobernador.
Escucha a La Cámpora, le responde a Alberto Fernández y mantiene un diálogo activo con Sergio Massa. Conoce a todos los ministros, incluso a los que por primera vez desembarcaron en la gestión, como el ministro de Economía, Martín Guzmán. Varias veces el economista lo asesoró en el vínculo con Estados Unidos, al punto que compartieron algún encuentro en este país cuando peleaba por el reingreso de los limones tucumanos a ese mercado.
“Lo que tienen en común Manzur e Insaurralde primero es que los eligió la misma persona”, ironizó un importante dirigente del peronismo bonaerense sobre la decisión de Cristina Kirchner de intervenir en los dos gabinetes. Y agregó: “Y lo segundo es que están más allá de Alberto y Axel, a quienes les responden. Sus tareas tienen que ver con sostener al peronismo y pensar en 2023 por encima de las figuras del Presidente y el gobernador; no llegan a crear un ‘ismo’ como en un momento intentaron hacer con el albertismo o encerrarse como el kicillofismo”.
Por ahora, Manzur no tiene previsto un vuelo a Tucumán. Tampoco tiene un lugar fijo donde quedarse en Buenos Aires. Mientras se acomoda en la gestión, busca un nuevo hogar.