Investigada por espionaje durante la gestión de Mauricio Macri, la ex coordinadora de Documentación Presidencial negó haber formado parte de una “estructura de inteligencia legal o ilegal”, y argumentó que pudo haberse “visto tentada de aparentar un rol más importante del que realmente tenía”, al justificar sus intercambios con ex espías de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI).
La ex empleada de la Casa Rosada amplió ayer su declaración indagatoria en la causa en la que se investiga el supuesto espionaje ilegal contra dirigentes políticos y sociales. Acusada de haber oficiado de “canal secundario de la circulación de información obtenida ilegalmente”, Martinengo presentó un escrito de 14 páginas al que accedió la agencia de noticias Télam en el que afirmó: “En alguna oportunidad puede haberme visto tentada de aparentar un rol más importante del que realmente tenía, indicando que podía hacer llegar cierta información a mis superiores, pero esa posibilidad jamás existió realmente”.
La imputada está acusada de haber recibido de los agentes Jorge Sáez y Leandro Araque un informe relativo a la comunidad Mapuche; otro sobre los escraches sufridos por el entonces Presidente; de haber solicitado los informes sobre las manifestaciones en el Congreso de la Nación y de haber remitido parte de la información al secretario privado de Macri, Dario Nieto, quien también está citado a indagatoria.
“Susana Martinengo, quien no sólo se reunía con Leandro Araque y el ‘Turco’ Sáez en la casa de Gobierno, tenía contacto asiduo con ellos e intercambiaba información que luego utilizaban para sus aspiraciones políticas y a su vez transmitida a un superior, en este caso, al secretario del Presidente de la Nación, Darío Nieto”, escribieron los fiscales Incardona y Eyherabide cuando la convocaron a ampliar la indagatoria.
Obran en el expediente elementos que prueban que Martinengo utilizó, además, los servicios de los agentes para sus propios intereses, cuando intentaba erigirse como candidata. En el descargo de ayer, Martinengo cuestionó la prueba reunida en su contra, dijo que no acredita que haya formado parte de una estructura de inteligencia, criticó el papel de los fiscales y aseguró que en la primera indagatoria que dio tras haber sido detenida se le impidió “ejercer cabalmente el derecho de defensa”.
“Jamás formé parte de ninguna estructura de inteligencia ni tuve participación en ese tipo de actividad, ya sea que se haya llevado a cabo en forma legal o ilegal, discriminación que, desde ya, escapa a mis posibilidades de análisis por ausencia de formación y capacitación en la materia, que para la suscripta siempre conformaron un mundo inaccesible y de difícil comprensión”, aseguró.