El ritmo de la campaña electoral todavía perdura. Sergio Massa sigue mirando encuestas, se reúne con intendentes, legisladores y distintos dirigentes con el objetivo de recuperar la agenda que lo tuvo como protagonista antes de las elecciones del 27 de octubre. En los primeros veinte días sumó un intendente radical, se juntó con Hugo Moyano y ayer consiguió una foto con su principal competidor en los comicios, Martín Insaurralde.
—Sobre el rol de los medios en la campaña, usted dijo que unos difunden más y otros menos sus ideas. ¿Por ejemplo?
—C5N, en cuatro meses, no me hizo una sola nota, cuando antes me hacía notas todos los días.
—¿Se sintió apoyado por Clarín?
—No.
—¿Que lleve a tres tapas proyectos suyos y ninguno de otros partidos de la oposición no lo siente como un apoyo?
—También llevó a los candidatos del Frente para la Victoria a TN. Llevó a tapa temas del gobernador y del gobierno nacional.
—¿No fue el candidato de Clarín?
—No. Creo que esa es una mirada que repite el discurso oficial.
—¿Le ofreció el empresario kirchnerista Cristóbal López financiar su campaña?
—No lo conozco a Cristóbal.
—¿Gente de él no se reunió con intendentes suyos para ofrecerle financiamiento?
—Que yo sepa, no. Le pregunté a los intendentes y ninguno me lo confirmó (silencio y risas).
—Dice que no trabaja para 2015. Pero el sábado viajó a Trelew para avanzar en un armado a nivel nacional.
—Armando para el 2014, para que se ponga en discusión un tema como el narcotráfico, la inseguridad, las economías regionales.
—Usted dice que hablar de 2015 es una falta de respeto. ¿No es una falta de respeto ocultar lo que quiere hacer en 2015?
—No, porque yo no estoy ocultando lo que pienso para 2015. Yo creo que para 2015 falta muchísimo.
—Todos en política saben que usted quiere llegar a la presidencia. ¿Por qué no lo puede decir?
—Para mí, 2015 no es una prioridad, creo que a la gente le joden los dirigentes que piensan en 2015 y sólo ven sus carreras políticas. Para mí, la prioridad es la inseguridad, es el narcotráfico, la droga que invade la Argentina de manera casi demencial y se niega; es la inflación que hace estragos en el salario de los trabajadores y jubilados.
—Usted critica el gasto de publicidad de Scioli. Pero, si se comparan los presupuestos, en Tigre se destina el 0,69% a publicidad, y la Provincia gasta el 0,12%.
—Estás haciendo mal la cuenta, la Provincia gasta $ 2.830 millones por año (NdeR: según el presupuesto, el monto en publicidad no supera los 400 millones). Tenemos hecho un estudio con el cuit de toda la propaganda, publicidad y eventos de la Provincia contra los cuit de Arba, Lotería, Banco Provincia, Grupo Bapro, Secretaría de Medios e Instituto Cultural, esto es parte de lo que vamos a presentar para que se constituya una comisión investigadora. Yo gasto $ 11 millones en publicidad y $ 170 millones en seguridad, que no me corresponden porque es responsabilidad de la Provincia. Administrar bien es fijar prioridades, y hay que poner menos Pimpinela y más patrulleros y cámaras.
—Viendo lo que sucede con la salud de la Presidenta. ¿Cree que la política enferma y lleva a un desgaste de salud mayor al de cualquier otra profesión?
—La salud condiciona a cualquier ser humano, no sólo a los que hacen política. La política es una actividad en la que hay mucha presión y eso te agrega riesgos de salud.
—¿Cómo cree que va a regresar Cristina?
—No lo sé, no soy futurólogo. Ojalá que Cristina vuelva con toda la fuerza para hacer cambios, porque el país necesita que se pongan en marcha los cambios que votó la gente el 27 de octubre.
—¿Debe haber cambio de gabinete?
—Hay caras y nombres que son sinónimo de fracaso. Guillermo Moreno fracasó con el control de precios, con la política del cepo cambiario, con las políticas de administración del comercio exterior, por lo tanto debería irse cuanto antes, le haría un bien al país.
—Según su declaración jurada , sus principales ahorros son en efectivo ($500 mil) por fuera del sistema bancario ¿Por qué?
—Porque habíamos hecho cambio de cuenta y uno pretende tener algo de dinero para disponer de él. Una parte de lo que tenía en efectivo lo voy a transformar en títulos públicos para mis hijos.