Como suele hacer ante cada reforma que se propone, el presidente de la Nación, Mauricio Macri, publicó una columna en un diario del interior del país. Allí, pone como eje las propuestas económicas que intenta llevar adelante.
“Es fundamental centrarnos en tres ejes básicos. El primero es el equilibrio fiscal: desterrar la inflación, lograr un gasto público equilibrado y bajar los impuestos”, sostuvo el mandatario en La Voz del Interior.
Durante el próximo jueves, mantendrá una reunión con los gobernadores de todas las provincias para avanzar en este punto: la baja del déficit fiscal en la Argentina. Allí, buscarán que todos se comprometan a realizar algún recorte o congelar el gasto público.
Luego, el mandatario continuó en su columna: “El segundo es crear reglas claras para que crezca el empleo privado, formal y de calidad, la condición fundamental para lograr una Argentina con oportunidades para todos”.
De esta manera, hizo hincapié en la reforma laboral que ya fue presentada ante la Confederación General del Trabajo (CGT). La misma, fue rechazada en varios puntos por la organización que nuclea a los principales sindicatos del país.
Por último, Macri sostuvo que el tercer punto es “fortalecer la República: mejorar la calidad institucional poniendo al Estado al servicio de la gente y no al servicio de la política”, lo cual va en concordancia con el plan de eliminar las ferias judiciales y aumentar las horas de atención la público de la Justicia.
La columna completa:
Ya no hay porqué tenerle miedo a modificar todo aquello que se puede mejorar.
Hace dos semanas convoqué a distintos actores de la sociedad, entre ellos gobernadores y representantes de los trabajadores, para proponerles una serie de consensos básicos que nos permitan trazar un camino de futuro. Una Argentina justa e integrada, en la que cada uno pueda elegir su proyecto de vida y desarrollarlo, es posible. Lograrlo requiere el esfuerzo de todos, cada uno desde el lugar que le toca.
En la última elección, los argentinos dimos un gran paso: confirmamos nuestra decisión de cambiar. Decidimos profundizar la transformación que empezamos juntos hace casi dos años, y ahora, para traducir esta voluntad en hechos, es necesario establecer objetivos comunes y trabajar en equipo, más allá de las diferencias. El desafío es demasiado grande como para enredarnos en peleas o discusiones estériles sobre los fracasos del pasado.
Este es el momento de ir para adelante más juntos que nunca. Somos la generación que está cambiando la Argentina para siempre, no me canso de repetirlo, y recorrimos un largo camino para llegar a este punto. Maduramos, entendimos que todos los problemas tienen solución y que esa solución depende de nosotros. Aprendimos que reformar es sinónimo de crecer, de evolucionar. Y empezamos a decirnos la verdad, a construir confianza, a rechazar todo tipo de violencia y a dialogar buscando los consensos para seguir avanzando.
Todo esto lo hacemos con el objetivo de reducir la pobreza, que es la principal meta por la que pedí que se evalúe mi gobierno. Para avanzar en ese camino, es fundamental centrarnos en tres ejes básicos. El primero es el equilibrio fiscal: desterrar la inflación, lograr un gasto público equilibrado y bajar los impuestos. El segundo es crear reglas claras para que crezca el empleo privado, formal y de calidad, la condición fundamental para lograr una Argentina con oportunidades para todos. El tercero es fortalecer la República: mejorar la calidad institucional poniendo al Estado al servicio de la gente y no al servicio de la política.
Esta semana empezamos a trabajar sobre el primer punto junto con los gobernadores y representantes de todas las provincias al presentar la reforma tributaria. Ordenar las cuentas públicas es fundamental, porque hoy se gasta más de lo que se recauda, en todos los niveles del Estado. Por eso tenemos que reducir la presión impositiva y diseñar un sistema equitativo y sustentable, con una relación más clara y cooperativa entre la Nación y las provincias. La única manera de encontrar las soluciones que necesitamos es si todos los actores participan de la conversación, y el encuentro que tuvimos el jueves fue un muy buen primer paso.
Juntos repasamos, línea por línea, la propuesta de reforma tributaria que presentamos para lograr una propuesta que integre todas las voces e intereses antes de presentarla al Congreso. Compartimos inquietudes y soluciones posibles para promover la inversión y la competitividad, para avanzar hacia un sistema más equitativo, eficiente y moderno; para darles alas a nuestras economías regionales y lograr que más argentinos puedan desarrollarse en el lugar que eligieron para vivir. Sobre algunos aspectos estuvimos de acuerdo todos, porque sabemos que es necesario deshacernos de esos impuestos que hoy nos impiden crecer más rápido y crear más empleo. Otros temas generaron más debate y son una invitación a seguir trabajando juntos, así como el resto de los ejes por los cuales también vamos a dialogar para tomar decisiones sólidas, inteligentes y sostenibles. El jueves de la semana que viene nos vamos a volver a sentar alrededor de una mesa, como lo hicimos desde el inicio de la gestión, para seguir avanzando. Con honestidad y rigor técnico, sin perjudicar a nadie pero convencidos de que hay cosas que se tienen que resolver. Se lo debemos a las próximas generaciones.
Ya no hay por qué tenerle miedo a transformar todo aquello que se puede mejorar. A eso nos referimos cuando hablamos de “reformismo permanente”, hablamos de quitar trabas, simplificar trámites, reducir impuestos, seguir bajando la inflación. Es generar confianza para que sea más fácil que cada argentino llegue ahí adonde quiere llegar.
Sigamos confiando. Sigamos avanzando. Y, cada mañana, pensemos qué podemos hacer para que la Argentina crezca. Porque “la Argentina” somos todos, y empieza en cada uno de nosotros. Vamos bien y les planteo el proyecto más lindo que podemos construir: vamos a crecer, vamos a innovar, vamos a confirmar que estamos para más, vamos a mostrarle al mundo todo nuestro potencial. Vamos a lograr la Argentina justa e integrada que queremos.
Es acá, es ahora. Vamos juntos.