Máximo Kirchner, denunció hoy un ataque “a aquellos que piensan diferente” al Presidente Mauricio Macri.
El diputado nacional por Santa Cruz denunció además “una caza de brujas” sobre los despidos en distintos sectores del Estado, y le pidió al jefe de Estado que “tenga la paciencia” de revisar “caso por caso” la situación de los cesanteados.
“Obviamente, los que no vayan a trabajar estarán justamente despedidos, pero no pasa lo mismo con los que sí cumplían sus funciones y tenían sus papeles en regla”, comentó el legislador en diálogo con Radio del Plata.
El hijo de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner advirtió que los despidos forman parte del comienzo de un proceso “donde se le vuelve a ver la cara a la desocupación”.
Según consideró, primero “se inició por los empleados estatales” para luego “continuar hacia el resto de los sectores trabajadores”.
Kirchner sostuvo que si el Estado despide trabajadores “el resto se sentirá habilitado para seguir haciéndolo”. Y remarcó que le “llama la atención” que de despida “tanta gente” y que se reduzcan las retenciones a la soja.
"Quienes piensan diferente al Presidente van teniendo menos oportunidad de expresarse. Es como si dijeran: 'Ah, estos son contratados, entonces, para que políticamente no puedan hacer nada, los despedimos a todos'", agregó el diputado.
Al referirse a los 2.035 despidos en el Senado, Máximo manifestó que “se puede trabajar desde la diferencia”, pero también dijo que es “muy difícil” cuando “a todo el mundo se lo quiere echar o directamente se lo trata como a un ñoqui”.
Por último, criticó los 600 despidos en el Centro Cultural Kirchner: “Dijeron que los trabajadores fueron todos contratados en 2015, pero el centro cultural abrió el año pasado”.