La imagen es sintomática: Máximo custodió, hasta ayer, la puerta de acceso a la habitación de la presidenta Cristina Kirchner en el Hospital Austral.
Nadie podía entrar a verla sin su autorización, excepto los familiares. Después de las elecciones, con la consolidación de La Cámpora en las provincias, en el Congreso y en el Gobierno nacional, el primogénito se convirtió en un virtual heredero de Néstor Kirchner.
Varios ministros y secretarios de Estado consultados por PERFIL coincidieron en señalar que, después de CFK, en la escala de poder sigue Máximo.
No sólo opina y aconseja a su madre, interviene en decisiones ejecutivas y políticas, maneja a su antojo a la agrupación juvenil –que puso contra las cuerdas a los gobernadores de Santa Cruz y Buenos Aires– y preparó, junto al histórico secretario Legal y Técnico, Carlos Zannini, el funcionamiento del Gobierno durante la licencia de la Presidenta.