Menem escuchó las acusaciones por videoconferencia y aseguró que el juicio en su contra es una "barbaridad"
Desde La Rioja y a través de la pantalla, el ex presidente se defendió y habló de un "complot
político" que busca condenarlo.
Sus palabras.
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DyN
El ex presidente Carlos Menem interrumpió el reposo que cumple en su casa de La Rioja para escuchar en una videoconferencia los cargos en su contra en el juicio por el contrabando agravado de armas a Croacia y Ecuador. Allí, pudo escucharse al riojano afirmar: "Todo es una mentira, nunca he visto una cosa igual, una barbaridad".
Menem se movilizó hasta la sala del Consejo Federal de Inversiones (CFI) del centro riojano, mientras desde Buenos Aires los integrantes del Tribunal Oral en lo Penal Económico 3 se presentaron en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires para leer, desde allí, las pruebas que podrían derivar en la condena del ex presidente.
Apenas se inició el juicio, hace casi dos meses, los jueces del TOPE 3, Luis Imaz, Gustavo Losada y Horacio Artabe, habían advertido que sería "obligatoria" la presencia de cada uno de los imputados en el juicio cuando se leyeran sus respectivas acusaciones. Sin embargo, los jueces accedieron a flexibilizar las condiciones y le permitieron no concurrir al juicio en base a razones de salud.
Fue la palabra de un perito psiquiátrico la que definió que Menem no tuviera que viajar a Buenos Aires. Si bien los médicos clínicos admitían que el ex presidente tiene capacidad ambulatoria, el profesional en psiquiatría alertó que "no era conveniente" su traslado a Buenos Aires.
No obstante, días atrás, instado a seguirlo por teleconferencia, la defensa de Menem también pidió abreviar el tiempo de la lectura del trámite. El tribunal rechazó esa solicitud para garantizar la legalidad del juicio oral. El ex presidente es el gran ausente de los 18 acusados, entre los cuales están su ex ministro de Defensa Oscar Camilión y su ex cuñado y asesor Emir Yoma.
Todos son enjuiciados por el contrabando de armas del Ejército a Croacia y Ecuador, de 1991 a 1995, durante las guerras de la ex Yugoslavia y del Cóndor, respectivamente. Si los declaran culpables podría ser condenados a penas de entre dos y 12 años de cárcel.
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La defensa. Además de catalogar al proceso de ser una "barbaridad", Carlos Menem también insistió en su convicción de que existe un complot "político" en su contra para condenarlo, mientras que su abogado, Maximiliano Rusconi, advirtió que este juicio es el "más insostenible" de la historia.
Frente al juez federal de La Rioja Daniel Herrera Piedrabuena, que avalaba el procedimiento, Menem apareció por la sede del Consejo Federal de Inversiones (en Vélez Sarsfield y Güemes, en el centro de la capital riojana), acompañado de Rusconi y dos médicos personales, Alejandro Tfeli y Carlos Santander, más algunos guardaespaldas.
El recurso de la videoconferencia no es algo común, sobre todo dentro de los límites de la Argentina. La única vez que se había usado en un caso de relevancia fue en el juicio de la AMIA, cuando interrogaron al llamado "Testigo C" que se encontraba en Alemania y que precisamente vinculó a Menem con ese atentado.
Ahora, para los jueces del TOPE 3, la videoconferencia (que duró más de 4 horas) fue "un acto único con inmediatez de imagen y sonido" que garantizaba los derechos de defensa de Menem "pese a la distancia geográfica".
