Guillermo Moreno fue, después de Néstor Kirchner y la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, el funcionario más requerido para sacarse fotos en el salón de los presidentes latinoamericanos de la Casa Rosada, luego del homenaje que se realizó a Eva Duarte de Perón. Todos los militantes que le acercaban los felicitaban por su papel en el directorio de Papel Prensa, la empresa que el Estado comparte con los diarios La Nación y Clarín, que ha puesto a Moreno en el centro de la polémica, luego de una pelea en una reunión de directorio con los representantes del diario de Ernestina Herrera de Noble en la que, según consta en la Justicia hubo golpes, empujones, insultos y hasta sillazos.
"Grande Guillermo en Papel Prensa", le agradecía una militante con su pequeña hija que quería una foto con el Napia. "Vamos Willy, una foto Willy", la secundaban otros asistente, ya adultos, antes de posar abrazados con el funcionario K. Moreno encabeza una investigación sobre la compra de acciones de la empresa por parte de Clarín y La Nación durante la dictadura. El 14 de abril, en una charla en el sindicato de canillitas, el polémico secretario prometió revelar la verdad en 80 días. Ese plazo ya se cumplió, pero no Moreno reafirmó a Perfil.com que "en 15 días se sabrá la verdad sobre Papel Prensa".
Este portal le pidió saber algún detalle del citado informe que según el economista "dejará sin dignidad" a varios empresarios de medios del país, sobre todo a Héctor Magnetto, CEO de Clarín, devenido en el enemigo número 1 del kirchnerismo, según el propio relato oficialista, pero Moreno no quiso soltar información alguna. "La única que lo verá antes de que salga es la Presidenta", dijo tajante.
Al ser consultado sobre la pelea en la última reunión del director de Papel Prensa, en la que por un lado, los representantes de Clarín denuncian haber sido agredidos por Moreno y el titular de la SIGEN, Daniel Reposo, y por el otro los funcionarios dicen que ellos fueron los golpeados por Carlos Aguirre, director de Finanzas de Papel Prensa, y su abogado José María Soaje Pinto, el secretario prefirió se escueto. "Dejemoslo ahí", afirmó antes de retirarse de la Rosada.