Hoy, lunes 17 de noviembre, se iba a presentar el libro "Operación Traviata, ¿quién mató a Rucci?", del periodista Ceferino Reato, en el salón Felipe Vallese de la CGT.
Había sido una idea de Gerónimo Venegas, jefe del gremio de los empleados rurales, secretario de Interior de la CGT y titular de las 62 Organizaciones, que tenía el aval de Hugo Moyano.
Incluso, ambos habían anunciado la presentación del libro ya el 25 de septiembre, en el acto por el 35 aniversario del asesinato de Rucci, cuando reclamaron la reapertura de la causa judicial.
La intención era recordar el día de la famosa foto de Rucci con el paraguas en el primer regreso de Juan Perón, el 17 de noviembre de 1972, el Día de la Militancia en el calendario peronista.
Pero, el acto fue suspendido por orden de Moyano, durante un almuerzo de la "mesa chica" de la CGT. De esta manera, Moyano sumó así un nuevo enojo con su amigo Venegas.
Moyano argumentó: "Sería como meterle el dedo en el culo a Néstor; a Néstor no le gusta que se hable tanto de Rucci".
Eso fue la semana pasada, antes del fallo de la Corte Suprema de Justicia en contra del sindicato único y del posterior nombramiento de Juan Rinaldi a cargo del dinero de las obras sociales.
"¿Y qué hacemos el 17 de noviembre?", preguntó uno. Al final, luego de alguna discusión, decidieron marchar en procesión a la quinta de San Vicente, a visitar el féretro que contiene los restos de Perón.
Hubo que avisar de inmediato a los jefes de las CGT del interior que ya habían manifestado su intención de viajar a Buenos Aires para ese evento, como las de Santa Fe, Rosario y Córdoba.