Moyano puso en el freezer el pacto social que impulsa el Gobierno

La posibilidad de una inminente convocatoria al diálogo del Gobierno con empresarios y sindicalista encontró ayer el primer obstáculo serio: la Confederación General del Trabajo (CGT) decidió suspender "sin fecha" la reunión del Consejo Directivo que debía realizarse hoy, " a fin de recabar más información sobre la iniciativa del Gobierno". Lo cierto es que, más allá de los eufemismos que se utilicen para explicar la cuestión, Moyano está "en alerta rojo" por la posibilidad de que le justicia avance sobre su esposa, Liliana Zulet, que gerencia la obra social de camioneros y podría ser procesada en la causa conocida como "mafia de los medicamentos".
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La decisión fue adoptada por los sindicalistas pese a que desde el Gobierno se da por su seguro que esta semana se da inicio a las deliberaciones entre los empresarios y los sindicalistas. Precisamente en ese sentido se había expresado el secretario de Empleo, Enrique Deibe, quien había subrayado que había "buenas posibilidades" de avanzar con un acuerdo social entre el Estado nacional, los sindicatos y las empresas, donde el gobierno prevé debatir las cuestiones del salario y los precios. Según Deibe, "este es un objetivo y vocación permanente del Ministerio de Trabajo".

Días atrás, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, admitió que "hay una gran voluntad y decisión política para trabajar" en lograr el diálogo tripartito.
Al respecto, Deibe estimó en diálogo con DyN que "el ministro de Trabajo está trabajando intensamente en este tema y es él, junto a otros funcionarios, (el encargado de) trabajar sobre esta cuestión para avanzar en un diálogo social". "Más allá de esto, el acuerdo es una cuestión de todos los días, allí el trabajo es cotidiano, y más en el campo de las relaciones laborales y en la negociación colectiva", estimó el funcionario tras participar de la apertura de una Jornada sobre las "Buenas Prácticas para la Erradicación del Trabajo Infantil".

Fuente: DYN