La embestida de Luis Barrionuevo y “los Gordos” contra Hugo Moyano no es la única preocupación que por estos días desvela al camionero. La construcción de una casa de fin de semana en la zona de Ituzaingó es otro de los temas que no le permite conciliar el sueño.
El líder de la central obrera está desesperado por solucionar el problema de cimientos que padece la que sería su nueva casa de 7 mil metros cuadrados en Parque Leloir, valuada en medio millón de dólares.
Pero las preocupaciones de Moyano no terminan ahí. Un grupo de vecinos lo acusa de haber estropeado la estética del barrio con la construcción de una muralla de casi dos metros de altura y están recolectando firmas para frenar la obra.
“Moyano casi ni aparece por acá, pero si viene le vamos a decir que tire abajo esa pared porque destruyó todo”, dice Hernán, un vecino que prefirió no revelar su apellido por temor a represalias.
En el interior de la quinta hay espacio suficiente para albergar a los máximos dirigentes gremiales de la CGT: hay 10 habitaciones y 4 baños. Moyano todavía no vive en Ituzaingó pero ya pasa los fines de semana en un chalet que alquila junto a su pareja, Liliana Zulet.