El juez federal Claudio Bonadio quedó a cargo de la investigación por presunto lavado de activos que involucra a familiares directos de Alberto Nisman (madre y hermana, Sara Garfunkel y Sandra Nisman respectivamente) y allegados al difunto fiscal.
Así lo resolvió esta mañana por sorteo la Cámara Federal, después de que la Sala Primera de ese tribunal apartara ayer al juez Rodolfo Canicoba Corral del expediente por haber "prejuzgado" sobre los imputados.
Se trata de la causa por lavado de dinero que impulsó el Gobierno contra los familiares y allegados del fiscal fallecido, luego de que se conociera la existencia de una cuenta bancaria en Nueva York que el fiscal no había declarado.
Ayer, la Cámara Federal porteña apartó a Canicoba Corral de la causa al entender que existe "temor de parcialidad". Por dos votos a uno, la Sala I de la Cámara hizo lugar a la recusación impulsada por la madre y la hermana de Nisman.
Nisman fue encontrado muerto el 18 de enero pasado con un balazo en la cabeza en su departamento del barrio Puerto Madero, un día antes de ir al Congreso, donde iba ampliar su denuncia por supuesto encubrimiento en la causa AMIA de parte de la presidenta Cristina Fernández y otros funcionarios.
Tras su muerte aún no esclarecida, la jueza Sandra Arroyo Salgado -ex esposa de Nisman y madre de sus hijas- informó a la Justicia que supo de una cuenta en el banco Merril Lynch en Nueva York por más de 600.000 dólares que estaba a nombre de su ex suegra, su ex cuñada y el técnico Diego Lagomarsino, quien le prestó el arma al fiscal. La Unidad de Información Financiera (UIF), a cargo de José Sbatella, abrió una investigación y derivó en una causa penal que había recaído en manos de Canicoba Corral, el juez de la causa AMIA que se había mostrado molesto cuando Nisman hizo su denuncia contra la Presidenta con escuchas que desconocía.