POLITICA

“Nisman tenía rasgos narcisistas y en personas así el suicidio es posible”

El psiquiatra forense que renunció al equipo de Sandra Arroyo Salgado dice que el fiscal no sufría las “debacles” que caracterizan los impulsos suicidas.

Risso. Cree que Nisman no era un hombre desquiciado.
| Nestor Grassi

Ricardo Risso, el prestigioso psiquiatra forense que renunció al equipo de Sandra Arroyo Salgado, recibió a PERFIL en su departamento de Recoleta. “Me fui, en buenos términos, por dos razones: una es técnica, puede ser que no sea necesaria la realización de la autopsia psicológica, para la que me convocaron. Y la otra es ética, porque no voy a retener la designación sólo por vanidad personal. Considero que aún no es tiempo para las entrevistas y es probable que, si se dan las condiciones, en seis meses esté de viaje”.

—¿Qué es la autopsia psicológica?

—Es un método de investigación de la personalidad retrospectivo e indirecto. Se mira para atrás y a través de testimonios, confidencias e información de personas cercanas al fallecido. Son datos útiles para saber si había un cambio de personalidad, de carácter, de humor, algo que indicara una tendencia suicida o algo que informe sobre actividades, relaciones, acciones por las cuales podría haber sido asesinado.

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—¿Qué sucede con el caso Nisman?

—En este momento, la gente más cercana a Nisman está asustada. Tiene miedo de quedar pegada, involucrada, acusada o sospechada. Y uno escucha que la gente dice: “Yo nunca estuve en el departamento de Nisman”, como la custodia y las amigas. Entonces, esa gente no puede brindar la información que yo necesito. Además, a esas personas se les asegura confidencialidad. ¿Quién lo va a creer en este caso? Si abren la máquina de Nisman y aparece la ciudad empapelada con sus amigas... Entonces, las condiciones no están dadas en este momento para la autopsia psicológica. La gente trata de no decir que era cercana a Nisman, aunque lo hubiera sido.

—¿El resultado es certero?

—Puede llegar a ser muy importante en ciertos casos, sobre todo cuando no hay otra cosa. Pero siempre el resultado es probabilístico, acá no hay determinaciones. “Se suicidó”, “lo mataron”, ese tipo de cosas así no se pueden aseverar. “Hay pocas posibilidades de que se haya suicidado porque casi no tenemos índices de tendencias suicidas”. Hasta ahí llegamos, lo que no quiere decir que no se haya suicidado.

—¿Los peritos oficiales pueden ayudar?

—En este caso, una de las cuestiones que había planteado es que yo iba a trabajar con el Cuerpo Médico Forense. Los doctores Ravioli, Raffo y Salcedo no llegaron a tiempo para discutir con los forenses sobre el mismo acto de la autopsia y el levantamiento del cuerpo, lo que los obligó a trabajar también por métodos indirectos, como lo hubiera sido la autopsia psicológica. Si ellos hubiesen trabajado con los peritos oficiales, probablemente también habrían llegado a conclusiones muy distintas y habrían presentado un informe de parte como lo presentaron.

—¿Confía en las conclusiones de la querella?

—No tengo por qué desconfiar, son gente muy sólida.

—¿Nisman tenía un perfil suicida?

—Mi sensación es que era una persona con posibles rasgos narcicistas, y cuando aparece una personalidad con rasgos narcisistas acentuados, el suicidio es posible. Pero es posible cuando hay una debacle narcisista, por ejemplo cuando lo echan del trabajo o lo deja la novia, cuando la vida se arruina y la autoestima se hace trizas, ahí puede ocurrir un rapto suicida. Pero no es el caso de Nisman. Pareciera que estaba en el otro extremo: en el momento de mayor gloria. Por otra parte, no podría decir si la relación con sus hijas era buena o mala, pero sí que era intensa. Hay que estar muy desquiciado para hacerle un regalo de cumpleaños de 15 así a una hija, y no daba la sensación de ser un hombre con ese tipo de desquicio.