En el marco de la declaración que hizo ante la Justicia donde sostuvo que recibió amenazas, y ante una guardia de periodistas apostada en su domicilio de Recoleta, el ex juez Norberto Oyarbide sólo se limitó a hablarle a los cronistas vía portero eléctrico y les manifestó que se encuentra “perfecto”. No obstante, les pidió que se retiren del lugar porque no va a salir “hasta dentro de un mes”.
Luego de prestar declaración indagatoria ante el juez Claudio Bonadio el miércoles; mostrarse quebrado en un programa radial donde aseguró que sufrió “aprietes” de Néstor y de Cristina Kirchner, y presentarse el jueves ante el fiscal Carlos Stornelli para ratificar sus dichos, el ex magistrado ahora habló con los periodistas que montaron una guardia en la entrada de su domicilio.
Los movileros escucharon que una voz que en el portero de la entrada del edificio preguntaba por un tal Rodolfo. Resultó ser que quien emitía la pregunta era el mismo Oyarbide, quien quería llamar a su portero para pedirle que suba a su departamento. "¿Me dan con el encargado?", les pidió a los periodistas. En ese momento, los cronistas aprovecharon para indagar al ex funcionario judicial, quien se mostró reacio a responder preguntas: “Pueden irse porque no voy a salir hasta dentro de un mes, más o menos”, les adelantó.
Norberto Oyarbide matizó los "aprietes" del kirchnerismo para cerrar causas
En ese marco, el ex juez confirmó que volvió a tener custodia y que está “toda distribuida”. Consultado acerca de su estado de ánimo, indicó: “Estoy perfecto”.
En diálogo con el periodista Baby Etchecopar para su programa emitido por Radio 10, Oyarbide se mostró quebrado y contó: "Yo sobreseí (a Néstor y Cristina Fernández de Kirchner) en base a lo que me trajeron, y bueno, había que hacerlo. Estoy diciendo cosas de una gravedad importante. Tengo conciencia de la gravedad de las cosas que estoy diciendo. No soporto más esto. Le pido a Bonadio que me venga a buscar a mi casa. Si me quieren matar, que me maten. Ya está. Ojalá lo escuche el Presidente (Mauricio Macri)".
En ese marco detalló que tuvo una reunión en un inmueble de la calle Córdoba con el entonces espía Jaime Stiuso y el operador judicial Javier Fernández, quienes le pidieron en "nombre de Néstor y Cristina Kirchner celeridad en la causa de enriquecimiento ilícito".
Amenazas y custodia. Oyarbide aseguró que luego de haber declarado, recibió amenazas a través de una nota entregada en su domicilio particular y por desconocidos que lo siguieron por la tarde y "le hicieron señas como si estuvieran percutando un arma", según consignó la agencia Noticias Argentinas.
Ante esto, le pidió al juez Bonadio que le asigne una custodia por miedo a que lo maten. La Justicia respondió solicitud y por eso efectivos de Gendarmería Nacional se encuentran desde las últimas horas del jueves en el palier del edificio ubicado en la calle Rodríguez Peña, en el barrio porteño de Recoleta.